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Tribuna abierta

Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi

El CSCE-EKGK fue instituido por la Ley 1/1982, de 11 de febrero, sobre Cooperativas del País Vasco, constituyéndose formalmente el 28 de enero de 1983. Fue el primer Consejo de la transición democrática como el Estatuto de Autonomía de Gernika fue el primer Estatuto aprobado por las Cortes, no se nos puede acusar a los vascos de falta de diligencia en el ámbito de propuestas normativas que han ido configurando la historia de nuestro país en su tiempo y ámbitos respectivos.

Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi

El cooperativismo en Euskadi y por proyección su órgano de representación pública, el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi, en los términos que consignan los artículos 5, 6, 7, 8 y 9 del Reglamento de Organización y Funcionamiento del mismo, constituyen un elemento troncal de la propia identidad y realidad social y económica de nuestro país dado su carácter referencial en el mundo.

Cuando el modelo de desarrollo capitalista entra en crisis, también el modelo de empresa de capital maximizadora de beneficios empieza a ser cuestionada, y surgen nuevos conceptos que proponen modelos empresariales no capitalistas que gozan de mayor legitimidad social. Uno de ellos ha solido ser la economía social o la economía social y solidaria, en Euskadi, particularmente, el cooperativismo. No solo el cooperativismo de resistencia a las crisis económicas del modelo mercantil, sino y fundamentalmente el cooperativismo como opción empresarial que se corresponde con los artículos 2 y 3 del Tratado sobre la Unión Europea, una economía social basada en el crecimiento económico equilibrado, el desarrollo sostenible, el pleno empleo y el progreso social.

La Ley de Cooperativas de Euskadi y el Consejo Superior de Cooperativas que de ella dimana fueron diseñados por el propio sector cooperativo vasco, quien esto escribe solo sistematizó los borradores que las cooperativas de distintos ámbitos redactaron (cooperativas de trabajo asociado, de crédito, de vivienda, de seguros, de enseñanza, agrícolas, etc.). Este trabajo se realizó con el carácter presbiteriano del trabajo que caracteriza al mundo cooperativo, normalmente trabajando en fines de semana o coincidiendo con fiestas como la de Santo Tomás en Bilbao en las oficinas de la Caja Rural, justo enfrente del mercado donde el común de los mortales disfrutaba.

Trabajé y aprendí con personajes que bajo las enseñanzas de Jose Maria Arizmendiarrieta fundaron el Grupo Mondragon, el décimo grupo industrial del Estado español, referencia mundial de una realidad que hoy se denominaría clusterización.

Con Alfonso Gorroñogoitia pudimos aprender la ortodoxia de un modelo basado en la remuneración del trabajo y no del capital y gestionado democráticamente. Con Jose María Ormaetxea aprendimos el ajuste del modelo a los requerimientos de la competitividad empresarial. Con Javier Mongelos aprendimos la aceptación de los requerimientos de una realidad económica cambiante de forma vertiginosa. Con Ignacio Uribarri las características del cooperativismo de vivienda. Con el sacerdote Valentín Zamora las características del cooperativismo agrario. Con Larrañaga las características del cooperativismo de crédito y otros muchos que prolongarían en exceso este artículo.

Estos personajes y otros no citados de igual relevancia, no solo crearon grupos cooperativos pujantes en Euskadi sino que alumbraron el propio Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi, el primero, en febrero se celebrará su cuadragésimo aniversario.

El primer Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi nació casi con la misma precariedad en materia de medios e infraestructuras que el propio Gobierno Vasco, de hecho, las primeras reuniones se celebraban en un almacén del Eusko Jaurlaritza que se tenía que vaciar cada vez que había pleno. Esta pobreza estructural contrastó con una ingente labor creativa que acredita de nuevo la importancia de las personas y su supremacía sobre los medios materiales.

Cabe destacar desde la perspectiva institucional el empuje de Mario Fernández como vicelehendakari de Euskadi y sus aportaciones como catedrático de derecho mercantil para la creación primero de las leyes y luego del Consejo. El primer Consejo fue un consejo de carácter híbrido conformado por miembros de la administración vasca, Humberto Cirarda fue su primer presidente, compaginando su presidencia con la condición de viceconsejero de trabajo, yo mismo fui el primer secretario como funcionario del naciente Gobierno Vasco y en cuanto a los restantes miembros representaban a las cooperativas de mayor dimensión y a las universidades de Euskadi.

La composición compleja de este Consejo permitió la creación del más avanzado y específicamente cooperativo de Europa. El conocimiento como principios inspiradores de los propios del cooperativismo, los aprobados por la Alianza Cooperativa Internacional en Viena (adhesión voluntaria y abierta, gestión democrática, gestión intercooperativa, participación de los socios en la gobernanza, etc)

El propio Consejo ha continuado con la absorción de los nuevos hitos fundamentalmente europeos: la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible; el Reglamento de la UE 346/2013 sobre fondos de emprendimiento social europeos; el Reglamento UE 1296/2013; el Reglamento 1435/2003 sobre la Sociedad Cooperativa Europea; el Informe de la OCDE denominado Designing Legal Frameworks for Social Enterprise y otros hitos en los que se fundan las reformas de las leyes de cooperativas en Euskadi y el propio funcionamiento del Consejo.

Toda esta fructífera actividad no ocupa las primeras páginas de los periódicos ni encuentra acogida en los medios de comunicación audiovisual, lo que no impide que el cooperativismo vasco y específicamente el Grupo Mondragon siga siendo un referente mundial y un más que relevante activo para Euskadi. Las cooperativas están representadas por el Consejo Superior pero sectorialmente participan, dado su carácter empresarial en entidades como Elkargi, Osalan y esperemos que en poco tiempo y dada su capacidad para general y sostener el empleo en el Consejo de Lanbide.

Con las cooperativas ocurre algo parecido a lo que reclamaba en un Sínodo el Papa Juan XXIII rodeado de cardenales que pretendían sustituirlo, todos archisabios, el Papa les dijo que no les necesitaba, que lo que necesita la Iglesia católica eran párrocos eficientes. En Euskadi las cooperativas son nuestros párrocos eficientes, un párroco fundó el Grupo de Mondragon.

Jurista