raba recupera, por fin, una de sus tradiciones más especiales, como es la festividad en honor a sus patrones San Prudencio y Nuestra Señora de Estíbaliz. Volver a las campas de Armentia se antoja una cita imprescindible que nos devuelve parte de la vida de antaño, esa tan esperada y deseada normalidad interrumpida por la pandemia de la covid-19. Hoy, dos años después, nos reencontramos con cuadrilla y familia. El ejercicio de responsabilidad que gran parte de la población asumió con la vacunación como contribución individual para frenar el avance de esta enfermedad hace posible una cita en la que dará igual si brilla el sol o llueve a cántaros. La sola posibilidad de poder acudir a la festividad de San Prudencio, el día 28, y Nuestra Señora de Estíbaliz, el 1 de mayo, nos recuerda que cualquier tiempo pasado fue peor. Eso, siempre, con la mirada puesta en la debida prudencia (nunca mejor dicho) que nos lleva a mantener las debidas precauciones conscientes de que la batalla todavía no ha terminado. Tuntunarekin turuten doinua... Porque ahora sí que toca, porque el día 28 es la cita. Vuelve el tun, tun. Sólo hace falta disfrutarlo, como dice la canción, en armonía y en buena unión. Todo lo demás, lo iremos escribiendo en este vuestro periódico, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Directora de Diario de Noticias de Álava
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