Ahora caigo! de Arturo Valls, El precio justo con Carlos Sobera, ¡Boom! de Juanra Bonet, Pasapalabra con Roberto Leal y Saber y ganar del histórico Jordi Hurtado son algunos títulos de un producto televisivo encaramado a los puntos más importantes en las parrillas de las teles generalistas de nuestros días. No hay tele que se precie que no tenga en su parrilla un concurso con alguna de las distintas muestras mediáticas de concursar para llevarse un buen talego de euros, descontado el tajo amplio y generoso para las arcas de la correspondiente voraz Hacienda.
Todas las cadenas tienen uno de estos programas con sus respectivas fórmulas de concursar, que incluye presentador estrella que se encarga de dinamizar el tiempo de la pelea de una pieza que juega papel importante en la captación de la audiencia. Los distintos concursos de la tele actual requieren la figura del presentador-conductor que agita el pulso y la vida de los concursantes, ávidos de pillar un buen pedazo del botín ofrecido a los sufridos protagonistas angustiados por perderlo o ganarlo todo en una decisión acertada o torpe. En los últimos días dos programas han saltado a las teles convencionales, El precio justo y Quién quiere ser millonario?, reapariciones de programas míticos que buscan reverdecer triunfos en una nueva versión de populares títulos de la tele de masas. Los responsables de programar no dudan en ofrecer de nuevo viejos formatos con un estilo fresco y actual. Bonet y Sobera son los responsables de esta complicada misión donde es fácil patinar y difícil mantener la acertada participación y ritmo del personal competidor. Fama y notoriedad de estos programas del pasado que buscan una nueva primavera para las propuestas presentes. Un reto para sus conductores que tienen que saber empatizar, convencer y hacerse graciosos en la agitada dinámica de los aspirantes al rico dinero y esquiva fama.