Sara es una joven prostituta que acude, por encargo expreso del hermano de un cumpleañero, a casa de unos jóvenes para que este viva al fin su primera vez. Con esta premisa empieza el nuevo cortometraje lanzado por Cosmo para concienciar, precisamente este 25 de noviembre, sobre el día internacional de la eliminación de la violencia hacia las mujeres. Y en él, además de por supuesto sobre la prostitución, el director y guionista Jaime Dezcallar (Madrid, 1981) habla, aunque sea de manera más “tangencial”, del consumo de pornografía entre los más jóvenes.

Pero para entender esta propuesta, empecemos por el principio. ¿Cómo empezaron las relaciones entre Dezcallar y Cosmo? Al fin y al cabo, esta no es la primera vez que colabora con ellos -las anteriores lo hizo en calidad de productor en los cortometrajes Flechas y 17 minutos con Nora-. Y ahora, se ha lanzado a escribir y dirigir él mismo esta historia, en la que los datos hablan por sí solos.

Y es que desde Cosmo recuerdan a través de un comunicado cómo en el Estado español “uno de cada diez jóvenes ha pagado por mantener relaciones sexuales. Según el Informe Juventud en España 2020 del INJUVE, el 10,6% de los jóvenes de entre 15 y 29 años reconoció haber consumido prostitución. La Agencia Española de Protección de Datos afirma que la edad media del primer acceso a la pornografía en España se sitúa entre los 9 y los 11 años, y es algo normalizado a partir de los 14”. Y ahora presenta por esto Dezcallar este cortometraje. “Empecé a ver las edades medias de los consumidores de prostitución y me quedé alucinado, porque no me lo esperaba”, señala en ese sentido el director. 

Y para dar vida a esta historia se ha rodeado además de jóvenes actores (siete para ser exactos), entre los que destacan ambos protagonistas -Catalina Sopelana y Gabriel Sánchez-. ¿Cómo fue el proceso de casting? A ella ya la había visto en otros proyectos, como a Sánchez -en Maricón Perdido-. Además, para los chicos intentó coger a gente que ya se conociese de antes para que todo fuese más fluido. Creó una pandilla que “ya era pandilla, para que en el rodaje todo fuese más fácil y los chicos estuviesen también más unidos”.  

'Los chicos'. Cosmo

De su papel nos habla por su parte Sopelana (1992, Madrid), para contarnos el contundente mensaje que quiere lanzar Los chicos. En el cortometraje veremos que hay “una especie de tabú y de falta de hablar con los chavales. Entonces, cosas como esta se normalizan también desde la ignorancia. En el colegio y el instituto, a mí no me han hablado de esto”, señala en ese sentido; porque ella también se ha hecho muchas preguntas en el transcurso del rodaje.

“En este corto, como se pone más el foco en los chicos, me gustaría saber qué estamos haciendo como sociedad para que unos chavales tan jóvenes acaben haciendo esto”, confiesa, al tiempo que señala, sobre la pornografía, que “hay que ser conscientes de que influye directamente en las acciones. Está repercutiendo directamente en actos. Creo que hay que ir por ahí”.

Catalina Sopelana es Sara en 'Los chicos'. Cosmo

Porque, ¿qué ha sentido ella al ponerse en esta piel? “Mucha incomodidad. A mí me interesaba del personaje que ella llegaba allí teniendo el control de la situación, y después todo va cambiando”, nos cuenta. “Había mucha tristeza y una resignación muy grande”.  

Y, ¿si pudieran lanzar un mensaje por este día internacional? Para Dezcallar el mensaje sería que “el cortometraje funcione. Es una situación simplemente, en la que espero que la gente se vea reflejada de alguna forma y se ponga un poco frente al espejo, que le dedique unos minutos de pensamiento hacia dónde vamos y qué podemos hacer para mejorar el mundo en el que vivimos. Que desarrollemos un poquito la empatía”. Para Sopelana, el mensaje es que “todavía queda mucho por hacer y hay que seguir en el camino y no despistarse, no perder el foco. Seguir ahí todas juntas”.