Como cada primer jueves de mayo, se celebra una fecha importante en el campo de la ciberseguridad: el Día Mundial de la Contraseña. En esta jornada, se busca crear conciencia y sahcer saber la importancia de crear claves seguras y firmes para hacer frente la ciberdelincuencia y las estafas digitales, algo muy a la orden del día.
Por eso mismo, vamos a repasar el origen de este día, así como las mejores recomendaciones para acertar con la contraseña definitiva que nos proteja del peligro en la red.
Un origen con propósito
El origen de esta fecha se remonta al año 2005, cuando el especialista en seguridad informática Mark Bunnet lanzó su libro ‘Perfect Passwords’. En su obra, el experto anima a los internautas a cuidar los hábitos de ciberseguridad y a crear claves fiables.
Lejos de quedarse en un libro, el autor propuso que las autoridades e instituciones de todo el mundo intentaran por dedicar una jornada determinada para fomentar la cultura de la ciberseguridad entre la ciudadanía y así evitar riesgos.
De hecho, su idea tuvo muy buena acogida en algunas compañías, como Intel Security, que apoyó la iniciativa. Así, desde el 2013, el primer jueves de mayo de cada año se celebra el Día Mundial de la Contraseña para crear conciencia y cuidar de la mejor manera posible nuestros datos personales.
¿Por qué es tan importante una contraseña segura?
Está claro que las contraseñas son la llave para acceder al correo electrónico, perfiles de redes sociales, cuentas bancarias y otras tantas plataformas que tengan información personal y profesional.
Dejando a un lado la amenaza de los delincuentes, muchas veces la culpa es dela propia víctima: esta apuesta por claves sencillas y predecibles que dejan en bandeja al estafador llevar a cabo su misión, todo ello debido a su estructura o fácil intuición. Es por eso que generar contraseñas seguras cobra más importancia que nunca.
¿Cómo crear una buena contraseña?
A día de hoy, muchas personas siguen empleando claves fáciles de adivinar, con números muy seguidos o palabras totalmente predecibles. Para evitar sustos, los especialistas recomiendan seguir estos pasos.
- Longitud mínima: como poco, entre 9 y 12 caracteres. Cuanto más extensa, mejor.
- Caracteres: debe llevar letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos especiales.
- Nunca dar datos personales: es preferible omitir nombres, fechas de nacimiento o lugares conocidos
- No repetir claves: cada perfil debe tener una contraseña única.Es mejor no reutilizarlas para no exponerse al peligro.
- Cambios regulares: modificar las contraseñas cada cierto tiempo es un hábito muy seguro.
- Doble factor de autenticación: las plataformas suelen permitir comprobar la identidad con un código enviado al móvil.
- Gestor de contraseñas: para quienes tengan muchas plataformas, existen webs que guardan las credenciales de forma segura.
Principales amenazas a las contraseñas
Además de contar con una contraseña fiable, es importante saber a qué tipo de amenazas nos enfrentamos.
- Phishing, smishing y vishing: estas técnicas tratan de engañar a los usuarios para que den sus credenciales. Mediante correos, SMS o llamadas, los estafadores suplantan identidades para lograr información personal.
- Ataques de fuerza bruta: valiéndose de software automatizado, los ciberdelincuentes ensayan con combinaciones hasta dar con la correcta.
- Ataques de diccionario: los delincuentes prueban palabras comunes del idioma hasta encontrar la correcta.
- Keyloggers: hay programas espía que evalúan todo lo que se teclea, hasta las contraseñas.
Conciencia como escudo
Aunque ninguna medida es infalible, es cierto que la seguridad digital depende, en buena parte, de los hábitos del usuario. Por ese motivo, conocer las posibles amenazas y mantenerse actualizado ante los posibles riesgos es tan importante como contar con sistemas antivirus. Y, si se es víctima de algún ataque, pedir ayuda a las autoridades correspondientes.