Para que la piel del rostro luzca hidratada y luminosa es necesario mantener una rutina diaria de cuidado facial, lo que redundará en un cutis más sano durante más tiempo. Debe hacerse por la mañana y por la noche con los productos específicos y en el orden adecuado: limpieza, exfoliación, mascarilla, tónico, sérum concentrado, contorno de ojos, crema hidratante y protección solar son los principales pasos a seguir.

Pues bien, si tu cutis está especialmente seco y deshidratado y te gustaría tener una piel de porcelana como la que lucen las mujeres coreanas, puedes conseguirla de la noche a la mañana con el slugging, una técnica originaria de Corea del Sur y que ahora vuelve a estar de moda.

Su objetivo es sellar la humedad de la piel creando una barrera protectora que evite la pérdida de agua durante la noche, garantizándole un plus de hidratación y reduciendo así su sequedad, descamación e irritación

¿Cómo se consigue?

En primer lugar, hay que limpiar la piel con agua micelar para eliminar cualquier resto de maquillaje o de crema solar y después purificarla con un gel jabonoso. A continuación, se aplica un sérum que maximice la hidratación y una crema hidratante acuosa. 

Es en este punto donde se incorpora el slugging a la rutina facial de belleza nocturna y consiste en aplicar una capa gruesa de un humectante espeso como la vaselina o una crema facial rica en ingredientes hidratantes. Esta capa establecerá una barrera entre la piel y el exterior y retendrá el agua del rostro, favoreciendo la hidratación de la piel. Además, sellará los principios que se hayan aplicado antes.

A continuación, la dejaremos reposar y esperaremos un tiempo antes de ir a dormir para no manchar la funda de la almohada. Al día siguiente, tras enjuagarla con agua tibia, la piel será más resistente a los factores externos y lucirá perfecta, más sana y uniforme

No es conveniente repetir esta técnica todos los días, sino solo cuando se considere necesario, pues los oclusivos como la vaselina pueden bloquear los poros debido al exceso de aceites o ceras.

Una mujer coge vaselina de un tarro de plástico.

No apta para todos los tipos de piel

El slugging, al ser una súper hidratación, es especialmente beneficioso para personas con la piel muy seca o deshidratada. Sin embargo, no es apta para todo tipo de pieles. Está totalmente contraindicado para personas con piel grasa o propensas a sufrir acné, ya que puede obstruir los poros y provocar brotes. Y es que, esta piel con mayor producción sebácea no necesita un tratamiento de hidratación profunda, sino más bien uno que regule la grasa natural de la piel producida por las glándulas sebáceas.

Beneficios

- Hidratación intensiva. La capa gruesa humectante ayuda a sellar la humedad de la piel del rostro proporcionándole una hidratación profunda y duradera, por lo que es ideal para pieles deshidratadas.

- Protección de la barrera cutánea. Al proteger la barrera de la piel, ayuda a prevenir la pérdida de humedad y protege la piel de irritantes externos.

- Suaviza la piel áspera y escamosa. Proporciona a la piel un aspecto más suave y terso.

- Calma la piel irritada. Ayuda a reducir la sensibilidad y la sensación de picazón o ardor, especialmente en climas secos o fríos o en pieles sensibles. Recomendada para pieles con eccema o dermatitis.

- Mejora la retención de la humedad. Ayuda a mejorar la capacidad de la piel de retener la humedad, lo que lleva a una piel más hidratada y saludable a largo plazo. Ideal para pieles secas.

Un hombre se aplica crema hidratante debajo del contorno del ojo.

¡Ojo a los principios activos!

Al aplicar esta técnica, hay que tener en cuenta el resto de productos que empleamos. Hay principios activos como el retinol, el ácido salicílico o el ácido glicólico, con los que hay que tener mucho cuidado.

Si usamos este tipo de activos exfoliantes e irritantes, sellar después la piel del rostro con un oclusivo como la vaselina hará que estos penetren mucho más y la irritación sea mucho mayor, pudiendo llegar incluso a provocar pequeñas quemaduras.

Antes de realizar cualquier tratamiento de belleza es importante conocer si es apto para nuestro tipo de piel. Además, antes de aplicarlo en todo el rostro, lo más prudente es hacer siempre una prueba en un área pequeña de la piel y en caso de duda consultar con un dermatólogo.