Llegar y besar el santo. A Tiago Splitter, una de las leyendas del Baskonia, le costó apenas unos partidos labrarse un nombre como entrenador en Europa gracias a una fantástica temporada de debut con el París Basketball, con el que llegó a alcanzar el play off de la Euroliga convirtiéndose en el equipo revelación. Pues bien, ahora ha empezado con buen pie si pretende repetir la gesta en la NBA.

La oportunidad de ponerse al frente de un banquillo de la mejor liga de baloncesto del mundo ha llegado antes de lo previsto para el técnico brasileño, que inicialmente fichó por los Portland Trail Blazers para ejercer como entrenador asistente de Chauncey Billups.

Sin embargo, el destino ha querido que tome las riendas de la franquicia de Oregón en el segundo partido de la temporada después de que Billups fuera arrestado por el FBI por relacionarlo con un caso de apuestas y partidas de póker ilegales vinculadas a la mafia.

Pues bien, a Splitter no le sirvió con hacer historia y convertirse en el primer entrenador brasileño de la NBA. Splitter es un ganador y eso es lo que hizo frente a una de las franquicias candidatas a conseguir el anillo de la NBA: los Golden State Warriors de Stephen Curry, Jimmy Butler, Draymond Green y Al Horford, con uno de los entrenadores más prestigiosos del mundo como es Steve Kerr al mando.

Los californianos, con cuatro anillos de campeón en la era Kerr, llegaban a la cita crecidos después de haber ganado a Los Angeles Lakers de Luka Doncic y a los Denver Nuggets de Nikola Jokic en las dos primeras jornadas, mientras que Portland había perdido su único compromiso, en casa contra los Minnesota Timberwolves.

Convergencias con París

Todas las apuestas estaban en su contra, pero los de Splitter, con un juego muy vertical y transiciones demoledoras que recordaron a las del París Basketball el pasado curso, arrollaron a los Warriors y se impusieron por un contundente 139-119 pese a la ausencia de su gran estrella, Damian Lillard, y dos jugadores de peso como Scoot Henderson, nº 3 del Draft de 2023, y Robert Williams III.

Comandados por jugadores muy jóvenes como Clingan (21 años), Sharpe (22), Avdija (24), Camara (25) o Murray (25), que sumaron 89 puntos entre los cinco, los Blazers fundieron a la veterana plantilla de los Warriors, que venía de competir el día anterior, y dieron un recital de tiro con un 16/34 en triples, una de las señas de identidad del París Basketball de Splitter junto a la alta anotación.

La victoria, que llegaba en un momento delicado por el escándalo en el que se ha visto implicado Billups, se celebró por todo lo alto. De momento, Splitter está comandando el banquillo como interino, pero si comienza a encadenar partidos así con uno de los peores equipos de la pasada temporada, no es descartable que se haga definitivamente con las riendas de Portland.