El Buesa Arena dictará sentencia. Un frágil Baskonia perdió en Belgrado la primera de sus dos balas para alcanzar el play off de la Euroliga al verse totalmente superado por un Maccabi Tel Aviv que mereció el triunfo de principio a fin y que demostró una solvencia, un acierto exterior y una exuberancia física muy lejana a la versión ofrecida por los gasteiztarras.
El enésimo arranque de partido al ralentí del cuadro azulgrana facilitó que los israelís, sustentados por sus triples y el rebote, adquirieran una cómoda ventaja en el primer cuarto que esta vez el Baskonia ni siquiera pudo poner en entredicho en ningún momento. La gran actuación de un Miller-McIntyre omnipresente no fue suficiente para compensar la escasa aportación de Howard y de un Moneke que abandonó la cancha lesionado en el minuto 13 de partido.
Ivanovic buscó evitar la sangría de las últimas citas en el primer cuarto con un quinteto inicial de plena confianza formado por Miller-McIntyre, Marinkovic, Sedekerskis, Moneke y Kotsar, objetivo que no consiguió, ya que Lorenzo Brown, el mejor del partido, puso pronto en ventaja al Maccabi. El base con pasaporte español, pese a no estar teniendo su año en el tiro exterior, anotó dos triples nada más empezar, facilitados por la blanda defensa azulgrana.
De nuevo a remolque
Se acercaron los alaveses con los puntos de Marinkovic y Miller-McIntyre, pero su falta de fluidez ofensiva contrastó con todas las facilidades que tuvo el Maccabi. Además de los 13 puntos que anotó Lorenzo Brown en el primer cuarto, el cuadro macabeo logró una renta de 28-15 al término de los diez minutos iniciales gracias a los tiros liberados concedidos por el Baskonia y por los numerosos rebotes ofensivos que recogió bajo el aro azulgrana con el físico de Rivero, Nebo y Colson.
Tampoco llegó la reacción azulgrana en el comienzo del segundo cuarto. El guión del partido se mantuvo y, salvo la positiva aportación de Rogkavopoulos con siete puntos, el Baskonia siguió desangrándose ante un Maccabi muy superior en cuanto a energía, poderío físico bajo los tableros, confianza y acierto en el tiro.
Para poner la cita aún más cuesta arriba, Moneke tuvo que abandonar la cancha lesionado tras torcerse el tobillo izquierdo fortuitamente, acción a la que le siguieron dos canastas de Baldwin que elevaron la renta local a los 20 puntos con el significativo 41-21. Miller-McIntyre, tirando de orgullo y talento individual, anotó los últimos nueve puntos baskonistas de la primera parte, lo cual no evitó que el Maccabi se marchara al descanso con una cómoda y justa ventaja de 55-36.
Sin capacidad de reacción
Al regreso de vestuarios, el Baskonia soñó momentáneamente con la remontada al anotar los primeros cinco tantos de la primera mitad con un triple de un discreto Howard y una canasta de Miller-McIntyre y acercarse a 14 tantos, pero no fue más que un espejismo. La respuesta del Maccabi no tardó en llegar con nuevos triples de Colson, Cohen y un Lorenzo Brown aún con la muñeca caliente.
De esta manera, los locales recuperaron esa ventaja de alrededor de los 20 puntos que se mantuvo durante el resto del tercer cuarto, en el que el guión fue el mismo que el de la primera parte. El Maccabi hizo valer su exuberancia física y su frescura de piernas ante un Baskonia fatigado y frágil atrás, incapaz de encadenar dos buenas posesiones defensivas consecutivas. Un triple de Blatt después de un rebote ofensivo en un tiro libre, perfecta metáfora de lo que fue el partido, puso el 86-61 en el marcador al término del tercer cuarto que hacía ya imposible la remontada visitante.
Los últimos minutos fueron una tortura para los vitorianos, que ya sin ninguna fe siguieron compitiendo e intentando sin éxito que la derrota no pasara a la historia de las mayores anotaciones encajadas por el club en Europa. Escaso favor les hizo también Ivanovic a sus jugadores, ya que en vez de darles un poco de oxígeno pensando en la última oportunidad que tendrán en el Buesa el viernes, mantuvo su corta rotación y exprimió a sus estrellas hasta el bocinazo final. No queda más remedio que olvidar pronto este duro 113-85 y reponer fuerzas y confianza en las próximas 72 horas para que no sean las últimas del curso europeo.