El fondo de Indar Baskonia vacío. Frío y desangelado. Un Buesa Arena mudo y sin su bullicio habitual. Había más ruido fuera que dentro. Gritos de Palestina Askatu e Israel genocida en la entrada del Buesa Arena antes del partido entre Baskonia y Maccabi.

Una kalejira con seguidores baskonistas portando banderas palestinas hacia el Buesa fue el preludio de una tarde distinta a las demás. Sensaciones extrañas durante los minutos previos al choque ante el Maccabi de Tel Aviv.

El griterío ensordecedor de las noches de Euroliga desapareció. Tornó a silencio ya que parte de los seguidores baskonistas secundaron la propuesta del colectivo BDZ Araba (Boicot, Desinversiones y Sanciones contra el régimen de Apartheid de Israel) de entrar al pabellón cinco minutos tarde como protesta y “en señal de duelo y respeto por las 26.500 personas (13.000 de ellas niñas y niños) asesinadas por Israel” en el conflicto de Gaza.

Ello provocó que buena parte de los asientos estuvieran desocupados en el arranque del encuentro ante el Maccabi.

El fortín de Zurbano tardó más de lo debido en entrar en ebullición. Los férreos controles en los accesos al pabellón ralentizaron aún más si cabe la llegada de los fieles azulgranas a sus localidades. 

Gradas por momentos vacías. Lejos de los aforos de noches precedentes. La tensión se palpaba en el ambiente. Todo el mundo tenía claro que no era un partido más. 

Aficionados del Baskonia protestan en apoyo a Palestina este jueves, previo al partido entre el Baskonia y el equipo de Israel el Maccabi Tel Aviv ADRIAN RUIZ HIERRO

Los prolegómenos del duelo ante el conjunto israelí así lo confirman. De hecho, el dispositivo de seguridad que acompañó al cuadro hebreo desde su céntrico hotel hasta el pabellón fue mucho mayor del que reciben los otros equipos que visitan el Buesa Arena. 

Ertzainas bien armados y varios furgones de la policía vasca se encargaron de escoltar el autobús del cuadro de Tel Aviv hasta el pabellón de Zurbano tres horas antes de la disputa del mismo. En esos momentos, el viaje hasta el Buesa se produjo sin sobresaltos. Tensa calma.

Los sobresaltos llegarían después. Ya con el partido en juego, los integrantes del Maccabi de Tel Aviv vivieron en sus carnes la solidaridad de un sector de la grada del Buesa con el pueblo palestino.

Ruido, mucho ruido y gritos de “Genocidio” cada vez que uno de los jugadores del cuadro amarillo tenían el balón en su poder. El Buesa alzó la voz contra la guerra en Gaza y la invasión de Israel. No era un partido más.

Aficionados del Baskonia protestan en apoyo a Palestina este jueves, previo al partido entre el Baskonia y el equipo de Israel el Maccabi Tel Aviv ADRIAN RUIZ HIERRO

Sin convertir el Buesa Arena en un búnker como ocurrió con la Fonteta a principios de octubre, el recinto de Zurbano amplió sus controles de seguridad.

Los registros, más exhaustivos de lo que suele ser habitual, provocaron algunas colas en los accesos. Y con ello los rostros de enfado en los fieles baskonistas.

Algunos aficionados azulgranas decidieron no acudir al partido para evitar todo este tipo de contratiempos y por temor a algún incidente.

Algunos aficionados azulgranas decidieron no acudir al partido para evitar todo este tipo de contratiempos y por temor a algún incidente.

La entrada registrada ayer así lo confirma. En el Buesa se dieron cita bastantes menos seguidores baskonistas de los que suelen acudir semanalmente a las citas de Euroliga. Al menos, los que sí se animaron a ir, pudieron arropar al Baskonia y de paso mostrar su solidaridad con los afectados de la invasión israelí en la guerra de Gaza portando banderas de Palestina desde sus localidades.