Se las prometía felices el Baskonia ante un Armani plagado de bajas, pero el equipo vitoriano volvió a dar la de arena en el Mediolanum Forum en una velada torcida desde el arranque donde llegó a sufrir desventajas de hasta 24 puntos y su reacción final fue completamente insuficiente para revertir el triste signo de los acontecimientos.

Messina le ganó con claridad la partida en el plano táctico a Ivanovic, quien añoró a sus grandes referentes a nivel ofensivo tras el decepcionante papel, principalmente, de Miller-McIntyre y Howard.

Ante las sensibles ausencias en su engranaje, sobre todo la última de Shields debido a una lesión muscular, el técnico de Catania se sacó un conejo de la chistera con el que sorprendió al montenegrino.

El Baskonia, donde al menos hubo que rescatar buenos minutos de jugadores en la diana hasta ahora como Chiozza y Diop, fue un manojo de imprecisiones y estuvo desconectado de un encuentro en el que Voigtmann ocasionó un daño letal desde el puesto de tres.

Ventaja física

El alemán, acusado de frío y blando durante su trienio en Vitoria entre 2016 y 2019, exhibió su polivalencia creando ventajas en todos los lugares de la cancha. Cuando no pudo anotar de espaldas, siempre supo doblar el balón a un compañero liberado para permitir al Armani campar a sus anchas.

Desde una posición inusual como la de alero, Voigtmann hurgó en los puntos débiles de un Baskonia que no supo hincarle el diente en las situaciones de poste bajo hasta que Ivanovic apostó por un triple poste.

Siempre defendido por un jugador mucho más bajo, léase Howard o Marinkovic, el alemán fue un elemento indescifrable. Y todo ello bien secundado por un veterano del Vietnam como Melli, el otro catalizador de la victoria del Armani merced a su oficio y su saber estar en los momentos comprometidos.

Sin embargo, mucho más letal fue el exbaskonista asumiendo un protagonismo superlativo del que, en condiciones normales, carece estando Mirotic en pista.

Voigtmann atrapa un balón ante el Baskonia Olimpia

Y es que Voigtmann volvió a disfrazarse de verdugo de su antiguo equipo, tal y como sucedió en la última visita azulgrana al Mediolanum Forum la pasada temporada saldada con derrota por 89-83. En aquella ocasión se fue hasta los 20 créditos de valoración gracias a sus 16 puntos y 8 rebotes.

Pues bien, Voigtmann volvió a ensañarse esta vez con el Baskonia gracias a otra estadística descomunal, ya que al intermedio contabilizaba prácticamente unas dobles figuras impensables (11 puntos y 9 rebotes). Finalmente se fue hasta los 19 tantos y 12 rechaces dando la puntilla, además, a los vitorianos con un poderoso mate en el que su físico estuvo incluso en peligro tras una fortuita falta de Costello.

En definitiva, una noche amarga para un Baskonia que, pese sus arreones desde la recta final del tercer cuarto, nunca tuvo opciones reales de conquistar una cancha que, de un tiempo a esta parte, se ha vuelto maldita.