No es Chima Moneke un jugador que necesite estímulos exteriores para estar motivado y darlo todo sobre la cancha, pero desde luego si hay una semana en la que no se va a dejar ni un gramo de combustible en el depósito, es esta, especialmente por el encuentro que va a disputar contra el Mónaco mañana a partir de las 20.30 horas.
Si Moneke pudiera borrar de su memoria la temporada 2022-23, probablemente lo haría. Después de despuntar en el Manresa como uno de los mejores jugadores de la ACB, su llegada a la NBA, donde solo llegó a disputar dos partidos oficiales con los Sacramento Kings, resultó un fiasco. Sin embargo, su momento más duro aún estaba por llegar. Tras rescindir contrato con la franquicia californiana, fichó por el AS Mónaco para el tramo final de la temporada, donde se esperaba que tuviera un papel importante en la pelea por conseguir el título de la Euroliga, pero no fue así.
El interior disputó 16 encuentros oficiales en los que promedió unos pobres 3,9 puntos, 3,1 rebotes y 1,2 créditos de valoración. Su rendimiento no convenció a Sasa Obradovic y tampoco al Mónaco, que tuvo claro que no lo quería en su equipo y prefirió prescindir de él pagándole el finiquito a darle una segunda oportunidad, lo cual facilitó su llegada al Baskonia como agente libre.
En su presentación como azulgrana, el propio Moneke dejó clara su frustración por lo sucedido: “En Mónaco no le gustaba al entrenador Sasa Obradovic, me sentía encajonado. Mi motivación es muy alta, tengo que demostrar a mucha gente que se equivocaron conmigo y que puedo hacerlo bien. Me veis reírme, pero por dentro estoy muy enfadado por cómo se me trató. Quiero reivindicarme y demostrar lo que tengo dentro”.
De momento, está consiguiendo su objetivo y demostrando con exhibiciones y números de estrella que no solamente tiene nivel para poder competir en Euroliga, sino que cuenta con talento para ser un jugador determinante en el torneo continental. Sus 18 puntos, 6,9 rebotes, 1,8 asistencias, 1,4 robos y 23,6 de valoración en el Baskonia así lo acreditan.
El interior nigeriano, muy activo en redes sociales, ha ido lanzando mensajes en las últimas semanas reivindicándose ante quienes le dijeron que no tenía nivel de Euroliga y asegurando que “todos saben lo que ocurrió” en Mónaco, por lo que seguro que espera con ansias el compromiso de mañana para vengarse de su exequipo. Su técnico, Dusko Ivanovic, es consciente de ello y ya dejó claro su deseo de que esto no le termine afectando negativamente. “Él está trabajando igual que siempre. Seguro que tiene ganas de demostrar, pero a veces cuando deseas algo con demasiadas ganas, no te sale. Tiene que estar más tranquilo y espero que así sea”, dijo el montenegrino en rueda de prensa.
Idilio con el Manresa
Muy diferentes serán sus sentimientos el próximo domingo cuando se encuentre con algunos de sus excompañeros del Baxi Manresa y con el técnico Pedro Martínez, del que siempre ha hablado maravillas. Fue en el conjunto catalán donde se dio a conocer a todo Europa en la 2021-22 y tuvo una gran conexión con la afición desde el principio, como se demostró en sus cariñosas celebraciones subiéndose a la grada con Ismael Bako. Será un duelo especial para él, pero más aún su visita al Nou Congost en enero.