Más de tres semanas después de que la temporada del Baskonia llegara a su fin con la eliminación en semifinales de la ACB contra el Joventut, el conjunto gasteiztarra sigue sin cerrar incorporaciones ni salidas en el mercado de fichajes, que está paralizado en estos momentos ante la incertidumbre de no conocer aún si Peñarroya continuará o no al frente del banquillo. Eso sí, mientras el técnico catalán y el club gasteiztarra intentan solucionar su futuro, lo que suceda esta noche en Nueva York arrojará algo de luz al proyecto del Baskonia para la temporada 2023-24.
A las 2.00 horas arrancará el draft en el Barclays Center, pabellón en el que compiten los Brooklyn Nets, el draft de la NBA, en el que el club alavés estará especialmente atento a lo que suceda con su canterano Sidy Cissoko y con el griego Nikos Rogkavopoulos, que apunta a ser uno de sus fichajes para la temporada 2023-24. Ambos parten con opciones de ser elegidos en la segunda ronda del draft 2023.
Como sucede cada año por estas fechas, las franquicias de la NBA irán ordenadamente haciéndose con los derechos de los jugadores más prometedores del mundo (este curso se repartirán 58 elecciones), siendo las posiciones más valiosas asignadas a los equipos peor clasificados de la última temporada en un intento de equilibrar fuerzas.
Según las estimaciones de los expertos de la cadena estadounidense ESPN, el joven exterior de 19 años, Sidy Cissoko, será elegido alrededor del puesto 41, perteneciente a los Charlotte Hornets. Cabe recordar que el canterano baskonista ha jugado esta temporada cedido en el equipo de jóvenes talentos de la Liga de Desarrollo de la NBA, el G-League Ignite, donde ha promediado 12,8 puntos, 3,6 asistencias y 2,8 rebotes.
Cissoko ha llamado la atención de las franquicias de la NBA por sus excelentes condiciones físicas y todo apunta a que no volverá a vestir la camiseta azulgrana, ya que está completamente centrado en triunfar en Estados Unidos. De hecho, dará el salto a la mejor liga del mundo habiendo disputado únicamente 28 segundos oficiales con el primer equipo del Baskonia en la temporada 2021-22.
Si no es elegido por ninguna franquicia cabría la posibilidad de que pasara a ocupar una de las plazas para jugador de formación del equipo de cara a la próxima campaña, pero todo apunta a que terminará pagando su cláusula de salida al club alavés para marcharse a la liga norteamericana. Sea para contar con él o por el dinero que deje al pasar por caja, la secretaría técnica azulgrana estará pendiente de lo que suceda con Cissoko, el único baskonista que queda en el draft después de las renuncias de Ondrej Hanzlik y Ousmane Ndiaye.
Otro que centrará la atención de la entidad de Zurbano será el alero Nikos Rogkavopoulos, que tras su gran temporada en Turquía con el Merkezefendi apunta a ser uno de los refuerzos del conjunto vitoriano. Eso sí, su prioridad es jugar en la NBA. En las últimas semanas ha estado participando en eventos como el Adidas Eurocamp para darse a conocer a los ojeadores de la NBA e incluso ha realizado entrenamientos privados con franquicias como los Charlotte Hornets o los New Orleans Pelicans con la esperanza de que alguna de ellas apueste por él. Al Baskonia, lógicamente, le interesa que no sea elegido para que no se esfume la opción de incorporarlo. La mayoría de las predicciones no cuentan con él, pero algunos analistas lo sitúan al final de la segunda ronda del draft.
El día de Wembanyama
Mientras el Baskonia piensa en Cissoko y en Rogkavopoulos, Estados Unidos solo tiene ojos para un hombre: Victor Wembanyama. El espigado ala-pívot francés de 19 años y 2,20 metros de altura, al que el Buesa Arena ya conoce de su visita con el Asvel en la campaña 2021-22, será con total seguridad la primera elección del draft, que pertenece a los San Antonio Spurs. Wembanyama está llamado a cambiar la forma de concebir el baloncesto al contar con la creatividad y agilidad de un base sumada a una altura y envergadura al alcance de unos pocos privilegiados.
Esa mezcla, bien aprovechada, podrían convertirlo en un jugador indefendible y muchos al otro lado del Atlántico lo comparan con Michael Jordan y Lebron James. El incombustible técnico de los Spurs, Gregg Popovich (74 años), parece el más indicado para lograr exprimir su talento, como ya lo hizo anteriormente con Tim Duncan, David Robinson, Kawhi Leonard, Tony Parker o Manu Ginobili.
Los dos grandes nombres tras Wembanyama son los de Brandon Miller y Scoot Henderson, que en otra edición podrían haber ocupado perfectamente el primer puesto. Miller, un alero completísimo y con una muñeca privilegiada, ha promediado a sus 20 años 18,8 puntos, 8,2 rebotes y 2,1 asistencias en su primer año universitario con casi un 40% de acierto desde el perímetro.
Henderson, que ha compartido vestuario con Cissoko en el G-League Ignite, firmó con 17 años un contrato de un millón de dólares con el equipo de la Liga de Desarrollo en 2021 y ahora dará el salto a la NBA tras promediar 16,5 puntos, 6,8 asistencias, 5,3 rebotes y 1,1 robos el último curso. Es un base muy físico y explosivo, al estilo de Derrick Rose o Russell Westbrook, con potencial para convertirse en una máquina de registrar triples dobles con la única pega de su tiro exterior. Los Hornets, con la segunda elección, ya tienen un base joven (Lamelo Ball), por lo que Miller apunta a ir a Charlotte y Henderson a Portland, aunque un tercero podría proponer un traspaso.
Los hermanos Amen y Ausar Thompson, que apuntan a ser los primeros gemelos de la historia en entrar ambos en el Top 10, o el especialista defensivo Jarace Walker son otros de los nombres a tener en cuenta de uno de los drafts con más talento de los últimos años. Desde Europa se prestará también atención a lo que suceda con Bilal Coulibaly (Metropolitans 92), James Nnaji (Barcelona) y Tristan Vukcevic (Partizan), todos con altas probabilidades para ser elegidos.
