Con la temporada ya terminada y la plantilla de vacaciones tras haber caído eliminados del play off de la ACB el pasado martes contra el Real Madrid, es momento ya para que el Baskonia comience a planificar la próxima temporada 2022-23, en la que intentará renovar la ilusión de los aficionados y pelear por estar más cerca de sus objetivos, algo que no ha logrado en una campaña 2021-22 con continuos contratiempos.

Lo más importante para arrancar un nuevo proyecto es sentar sus bases, y en este sentido, al igual que el Alavés comenzó el verano eligiendo a un nuevo inquilino para el banquillo, el conjunto azulgrana ha hecho lo propio y ha apostado por Joan Peñarroya para dirigir al equipo a partir del próximo curso, sustituyendo a Neven Spahija en el cargo. No tendría sentido comenzar la confección de la plantilla sin conocer el nombre del entrenador y sus preferencias, por lo que ahora que ya ha terminado la segunda etapa de el croata en Vitoria el club podrá empezar a trabajar codo con codo con el preparador catalán con la mirada puesta en la temporada 2022-23.

Que Spahija no iba a seguir al mando de barco azulgrana era algo que estaba decidido desde antes de que terminara el play off, sin importar cuál fuera el resultado final del conjunto gasteiztarra. El técnico croata, que aterrizó en el Buesa Arena el pasado mes de noviembre en sustitución de Dusko Ivanovic, no ha logrado convencer a la directiva a pesar de cumplir con algunos de los objetivos que se le marcaron en su llegada, como el de levantar el ánimo de la plantilla y meter al equipo entre los mejores de la ACB.

A la vista está que el rendimiento del equipo mejoró desde la llegada de Spahija. Logró enchufar a jugadores como Wade Baldwin, Fontecchio o Enoch, que mostraron su mejor versión tras el cambio de entrenador, se quedó cerca del Top 8 de la Euroliga y alcanzó las semifinales de la ACB tras una gran remontada en la clasificación de la Liga Endesa. Pese a que sus métodos ya eran conocidos tras su anterior etapa en Vitoria donde ganó la ACB y fue despedido, la filosofía del balcánico no ha calado en el club, con un estilo de entrenar y rotaciones cortas que no se han adaptado a los nuevos tiempos, en los que el apretado calendario y el ritmo cada vez más alto de los partidos obliga a tener más flexibilidad.

Tampoco ha convencido el poco protagonismo que se le ha dado a jugadores de la cantera, uno de los aspectos que más se le ha criticado. Ni siquiera en los partidos menos exigentes de la ACB o en aquellos en los que el equipo ganaba por un marcador cómodo apostó por Kurucs, Raieste y sobre todo Sedekerskis, cuya progresión se ha frenado en seco tras un excelente inicio de temporada bajo las directrices de Ivanovic.

Un técnico moderno

En este sentido, Joan Peñarroya encaja a la perfección en ese perfil de entrenador moderno que buscaba el Baskonia. A pesar de haber realizado una temporada discreta con el Valencia Basket, cayendo eliminado en la semifinal de la Eurocup y en los cuartos de final de la ACB, su trayectoria le avala.

En sus ocho temporadas en el Andorra, entre 2010 y 2018, logró ascender al equipo de LEB Plata a la ACB e incluso llegar a clasificarlo para el play off de la Liga Endesa, mientras que con el San Pablo Burgos vivió la etapa más gloriosa del club entre 2019 y 2021 al conseguir dos títulos de la Basketball Champions League de manera consecutiva, además de la clasificación para el play off de la Liga Endesa. El descenso del conjunto burgalés tras su marcha añade aún más mérito a lo conseguido por Peñarroya en sus dos años allí.

De hecho, la intención del Valencia Basket era renovarlo y el acuerdo estaba cerca de cerrarse hace tiempo, pero las negociaciones se rompieron y finalmente dirigirá al Baskonia. Además del rendimiento que siempre saca a sus equipos, se ha valorado positivamente la confianza que le da a los canteranos, algo que ya se ha visto en el Valencia Basket con Puerto, Pradilla, Ferrando o Millán Jiménez, en quienes ha confiado sin dudarlo un instante. Las largas y equilibradas rotaciones de hasta doce jugadores en la eliminatoria contra el Baskonia son buena muestra de ello.

La primera decisión importante, por lo tanto, ya está tomada, y del acierto o no de esta dependerá en gran parte el éxito del conjunto gasteiztarra esta campaña. Otro cambio de entrenador a mitad de temporada no sería lo más conveniente para una afición necesitada de alegrías tras un año gris.