El Baskonia escribió en La Fonteta una página más en su exitosa historia, no tanto por el premio de lo que consiguió, un pase a la semifinal de la ACB, sino por la manera en lo que lo hizo y todos los obstáculos que ha tenido que superar a lo largo de la temporada para llegar a este punto. Así lo hizo también en La Fonteta, reponiéndose al mazazo de perder el segundo partido en el Buesa y remontando una desventaja que llegó a alcanzar los 11 puntos en el ecuador del segundo cuarto.

El partido comenzó con un alto nivel de intensidad por parte de ambos equipos, conscientes de que ya no había margen de error. Muestra de ello fueron el elevado número de faltas que situó a los dos conjuntos en bonus en el ecuador del primer cuarto y algunas acciones como una encarnizada batalla de Baldwin por un balón dividido que en otros momentos de la temporada habría dejado pasar.

Durante los primeros minutos valencianos y gasteiztarras se fueron intercambiando golpes hasta el minuto 5, cuando el Baskonia empezó a salirse del partido. El conjunto azulgrana no fue capaz de aprovechar el bonus y estuvo cinco minutos sin anotar desde el 9-9, permitiendo a los locales encadenar un parcial de 11-0 y cerrar el cuarto con un importante colchón. Los de Spahija comenzaron a cometer errores y recurrieron a vicios como lanzamientos individuales de Granger.

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El gran golpe de 'La Fonteta'

Nueve minutos pasaron desde el 6-7 de Giedraitis hasta que el Baskonia volvió a anotar una canasta en juego gracias al triple de Costello con el que abrió el segundo cuarto. A partir de ese momento, como ya sucedió en el Buesa Arena, el duelo comenzó a calentarse a causa de las decisiones arbitrales, con técnicas a Peñarroya y a Giedraitis por sus protestas. Esto también afectó al juego, que se volvió más bronco, con mucha pelea bajo los tableros y continuos viajes a la personal por parte del Valencia Basket.

De esos tiros libres vivieron los locales durante el segundo cuarto hasta que los triples empezaron a entrarle al Baskonia. Fontecchio acercó a los alaveses a seis puntos desde el perímetro, a lo que se le sumó un mazazo psicológico para el Valencia Basket con una fea lesión de rodilla de Hermannsson. Al descanso, el marcador reflejaba un 37-34 y las sensaciones eran mejores para los de Spahija a pesar de haber ido a remolque durante casi toda la primera mitad.

SEGUNDA PARTE PARA EL RECUERDO Al regreso de vestuarios, los vitorianos siguieron hurgando en la herida de su rival y, de hecho, llegaron a colocarse por delante tras una triple y tiro adicional de Fontecchio. El parcial era de 2-11 desde la lesión de Hermannsson y el cuadro taronja parecía hundirse, pero una serie de errores de Wetzell le permitió responder con un siete puntos consecutivos (46-42). Se la devolvió el Baskonia con un parcial idéntico gracias a meritorias acciones defensivas y canastas en transición, pero un triple de Labeyrie y una canasta mal defendida de Dimitrijevic sobre la bocina dejaban a los locales todavía por delante al final del tercer cuarto, aunque por la mínima (54-53).

Toda la eliminatoria debía decidirse en diez minutos y la tensión se palpaba en el ambiente. El balón quemaba a todos menos a Baldwin, Fontecchio y Granger, que compartiendo minutos en cancha asumieron la responsabilidad de liderar el ataque baskonista. El norteamericano le dio la vuelta al marcador con un triple desde ocho metros a tablero y estiró la ventaja hasta el 56-63 con una espectacular jugada de canasta y personal chocando contra Labeyrie que perfectamente podía haber sido antideportiva.

Granger, por su parte, sacó petróleo del bonus sacando faltas y anotando desde la personal, desde donde el Valencia Basket, totalmente desubicado, comenzó a fallar inexplicablemente sus intentos. Faltaba la estocada final y Fontecchio fue el encargado de darla con un canastón a media distancia y un triple que mataba el encuentro con el 58-72 a falta de dos minutos para el final. Los valencianos, desesperados por sus errores y la gran defensa del Baskonia, terminaron además ajusticiados por un Baldwin intratable que destrozó a Labeyrie, que a su segunda falta sucia sí vio la antideportiva.

El parcial desde el triple del base azulgrana a tablero fue de 3-21. Absolutamente demoledor, pero justo por lo visto en la cancha durante esos últimos minutos en los que el Baskonia fue muy superior y el Valencia Basket se vino abajo psicológicamente. Hay motivos para celebrar, pero esto no para. Espera el Madrid.

las claves

Golpe psicológico En el segundo cuarto, el Baskonia estaba jugando mejor que su rival, que se mantenía por delante gracias a los tiros libres. La grave lesión de rodilla de Hermannsson, sin embargo, terminó de descolocar a los locales, que desde entonces hasta el final del choque encajaron un parcial de 22-43.

Baldwin al rescate En el último cuarto, cuando el partido estaba igualado y el balón quemaba a ambos conjuntos, Baldwin se vistió de héroe e hizo polvo a un Valencia Basket con la mirilla desviada incluso desde el tiro libre. 12 puntos del norteamericano en ese cuarto frente a los solo cinco del cuadro taronja.