Sir Alex Ferguson dirigió al Manchester United la friolera de 27 años. El técnico escocés se retiró tras casi tres décadas en el banquillo de Old Trafford, siendo el entrenador con más años en un mismo club. Todo un récord. Pues bien, Moncho Fernández lleva camino de hacer lo propio en el baloncesto.

El técnico gallego ya lleva 12 años seguidos en el Monbus Obradoiro desde que se hiciera con las riendas del conjunto de Santiago en la temporada 2010-2011. El más longevo de la ACB. Por encima de Pablo Laso que está cumpliendo su undécima campaña en el Real Madrid.

Moncho Fernández es el líder de la ACB en este aspecto. El Ferguson del Obradoiro. Al igual que en su día el técnico escocés, el gallego ha hecho del equipo que dirige su familia. Su propia familia. En la escuadra de Santiago este profesor de Historia, que ha llegado a compaginar docencia con los banquillos durante muchos años, se siente cómodo y muy, muy querido por una afición que le adora.

La comunión con la grada es total y sin lugar a dudas es una de las claves para entender el matrimonio tan bien avenido entre este docente en los banquillos y la grada de Multiusos Fontes do Sar. En más de una ocasión ha mostrado públicamente su cariño hacia los seguidores del Obradoiro y la importancia que tienen estos en el equipo. "La afición, el Obradoirismo como nos gusta llamarlo, es nuestra razón de ser", apunta. "Existe una conexión enorme. Los jugadores la sienten desde muy pronto y para ellos y para mí, no hay mayor felicidad que el Sar lleno", añade al respecto.

Trasladar la docencia a la cancha

Entrenador de método, Moncho Fernández, asume que su pasado como profesor le ha marcado a la hora de dirigir un equipo de baloncesto. Hasta los 30 años compaginó la docencia con las canchas y el hoy técnico del Obradoiro tiene claro que existen "muchos paralelismos" entre uno y otro campo.

"Para empezar la pedagogía, la psicología e incluso la filosofía. Mi formación como profesor me ha ayudado mucho en mi trabajo como entrenador. De todas formas, creo que la figura del profesor ha cambiado. Antes era el magíster, el que daba una clase magistral, el que hacía a los demás partícipes de sus conocimientos. Ahora la clave tanto para los profesores como para los entrenadores es enseñar a aprender. La información siempre está al alcance de un clic".

Esa es una de sus labores desde el banquillo del Obradoiro donde se ha instalado desde hace más de una década. "La metodología es fundamental", precisa. "Lo importante no es lo que está en mi cabeza o el plan de juego: es que ellos lo interpreten. A la hora de llevarlo a cabo es fundamental el aprendizaje. Por eso considero clave que ellos aprendan a aprender", insiste este preparador que debutó en e 2000 en el CB Gijón, como segundo de Moncho López.

Tras cuatro años en el conjunto astur, dos de ellos como primer entrenador en la LEB, regresa a la ACB de nuevo como ayudante de Moncho López, esta vez en el Breogán. Dos años de segundo en Lugo, después otros tres en Leb Oro en Villa de los Barrios como entrenador jefe le permiten tomar las riendas del Murcia en la ACB en la campaña 2009-10. No fue bien la experiencia en el conjunto pimentonero, del que fue cesado el 7 de diciembre y ya un año después recalaría en su querido Obradoiro, donde mantiene este singular idilio hasta hoy en día.

La bronca a Stev Enoch en un tiempo muerto

No es de extrañar esta unión tan duradera, habida cuenta de lo pasional que es Moncho Fernández. Todo corazón, todo entrega. Un técnico con carácter. De hecho no es extraño verle a menudo echando buenos rapapolvos a sus discípulos, entre ellos al hoy baskonista Steven Enoch, durante los tiempos muertos.

Y es que vive los partidos con mucha pasión. Es todo corazón y a veces, cuando este manda no hay quien lo pare, como ya ha señalado en múltiples ocasiones. " Lo mejor que tiene mi profesión es que hacemos feliz a mucha gente, nos dedicamos a algo que genera sentimientos. Cuando es el corazón el que rige, todo lo demás queda al margen".

Eso sí, a todo ello hay que añadir que también es un técnico que quiere inculcar a los suyos una serie de valores entre los que destaca la cultura del trabajo y el esfuerzo. "Todos los que formamos parte de esta familia Obradoirista hemos hecho nuestro lo mismo, la lucha y el trabajo. Hemos intentado estructurar lo que es el aspecto psicológico del equipo en torno a los valores. Al final hemos llegado a la conclusión de que da igual cual sea tu nacionalidad, tu origen o tu cultura. Todo el mundo entiende lo que es la palabra esfuerzo, todo el mundo entiende lo que es la palabra compañerismo, todo el mundo entiende lo que es la palabra generosidad. Entonces, en torno a esto es como intentamos construir esa familia de la que siempre me gusta presumir".

La familia del Obradoiro. Allí donde se ha instalado hace doce temporadas. El más longevo de la ACB. Moncho Fernández, un tipo humilde al que le gusta que digan de él que es "trabajador". "Algo de lo que me siento orgulloso. La descripción la tienen que hacer los demás. Yo intento ser honesto, responsable y comprometido con aquellos que han depositado su confianza en mí", concluye. De momento, la de los mandatarios del Obradoiro la tiene. Es el Ferguson del equipo gallego. Está a quince temporadas de igualar al preparador escocés y quien sabe si le dará alcance.