El Bitci Baskonia logró ante el Betis poner fin a su racha de cinco derrotas consecutivas y sumar una victoria de gran valor tanto para la pelea por entrar en el play off de la ACB como para levantar la moral de un equipo deprimido necesitado de dar una alegría a sus aficionados. El cuadro gasteiztarra se reencontró con su juego ante un rival inferior y logró apuntarse un cómodo triunfo gracias a unos inspiradísimos Costello y Fontecchio.

Con el objetivo de buscar algo diferente a los anteriores encuentros y dotar de consistencia defensa interior, Spahija le dio la titularidad a Costello en detrimento de Enoch, además de situar a Fontecchio en el cuatro en lugar de Peters, que no participó en el encuentro por unas pequeñas molestias físicas. Las dos novedades, en cualquier caso, le dieron muchos réditos al croata, ya que el norteamericano y el italiano fueron los dos mejores baskonistas sobre el parqué.

El choque comenzó con ritmo por parte de ambos equipos y con una gran puesta en escena de Fontecchio, que cuajó una de sus actuaciones más destacables de la temporada. El italiano, incisivo en las penetraciones y con buen acierto desde el perímetro, lideró a su equipo en la faceta anotadora en el primer cuarto con ocho puntos. A pesar de que los locales no se mostraron muy superiores en los diez minutos iniciales, lograron cerrar el cuarto con una ventaja de cinco puntos gracias a un triple de Costello y a un buen corte a canasta de Sedekerskis sobre la bocina.

Ese pequeño colchón, sin embargo, se esfumó en un abrir de ojos con la irrupción de Jacob Wiley. El estadounidense con pasaporte armenio, aprovechando la presencia de Enoch en la cancha, fue un auténtico torbellino en el arranque del segundo cuarto y logró no solo igualar la contienda, sino colocar a los andaluces por delante en el electrónico gracias a tres canastas consecutivas (22-23).

Fontecchio acudió al rescate, pero el pívot bético siguió castigando el aro azulgrana sin piedad, anotó sin fallo sus ocho primeros tiros y alcanzó los 16 puntos cuando solo llevaba diez minutos sobre el parqué. Por fortuna para el Baskonia, la gasolina y el ímpetu inicial se le fue agotando y los gasteiztarras lo aprovecharon para endosar a su rival un hiriente parcial de 14-0, con todos esos puntos anotados entre Costello y Fontecchio, que permitieron obtener una importante ventaja de 46-32 al descanso.

OTRA SANGRÍA BAJO EL ARO

Si en el inicio del segundo cuarto Wiley hizo trizas a Enoch en la pintura, en el regreso de vestuarios le tocó a Pasecniks darse un festival de puntos a costa de la floja defensa interior de Costello y del cuadro azulgrana en general. El espigado pívot letón anotó diez puntos consecutivos para su equipo y redujo la diferencia hasta los ocho puntos, lo cual permitió a los de Casimiro reengancharse al encuentro y meter el miedo en el cuerpo a los gasteiztarras. Brown y Evans, intrascendentes hasta ese momento, se sumaron a Pasecniks en la ofensiva bética y lograron situarse a solo dos puntos en el ecuador del tercer cuarto con el 52-50, algo que parecía imposible en el intermedio.

Afortunadamente, en esta ocasión el Baskonia no se vino abajo y gracias a un fluido movimiento de balón, una marcha más en defensa y los puntos, una vez más, de Costello y Fontecchio, dejó prácticamente sin efecto el intento de rebelión bético al recuperar la ventaja de dobles dígitos antes de empezar el cuarto decisivo.

En esta ocasión, Wiley no pudo repetir lo ocurrido en el segundo parcial y el Baskonia fue capaz de cerrar el partido por la vía rápida. Dos canastas de Granger y Kurucs, este segundo desde la línea de tres, pusieron la máxima ventaja en el electrónico con el 71-56 que ponía ya el encuentro muy cuesta arriba para los visitantes.

Ante este arreón del Baskonia, los de Luis Casimiro bajaron los brazos y eso permitió a los gasteiztarras seguir hurgando en la herida verdiblanca hasta el 77-58, obra de Enoch, que ya dejaba el duelo listo para sentencia.

Spahija no se confió y le costó meter en la cancha a Kurucs y a Raieste y dar descanso a Fontecchio, que se marchó a casa como el MVP del choque, pero con una importante minutada en las piernas. En cualquier caso, ahora tiene diez días por delante para recuperarse antes de medirse al Unics Kazan.