No habrá partido en Tel Aviv. Si el lunes se anunciaban la suspensión de tres encuentros de la Euroliga - Alba Berlín-Panathinaikos, Anadolu Efes Istanbul-Bayern Múnich y Zalgiris Kaunas-Olympiacos- y ayer martes a primera hora de la tarde se confirmaba el aplazamiento de los dueloe entre el Asvel contra el Mónaco y el del Real Madrid frente al Unics Kazán, minutos antes de las nueve de la noche llegaba la noticia de que el choque del Baskonia en tierras hebreas ante el Maccabi tampoco se jugaría. Aplazamiento al que posteriormente se le han sumado el del Estrella Roja-Fenerbahce y el del CSKA-Barcelona.

De nuevo por culpa del coronavirus tal y como notificó el departamento de prensa del club. "La aparición de nuevos casos positivos y la cuarentena impuesta por las autoridades sanitarias locales obliga a la suspensión del encuentro programado para este jueves".

De este modo, el conjunto de Zurbano ve como por culpa de la pandemia se le suspende un nuevo encuentro tras el aplazamiento del choque de la ACB del pasado domingo ante el San Pablo Burgos.

No ha tenido suerte el cuadro azulgrana. Y eso que la Euroliga ha hecho todo lo posible por evitar los aplazamientos. De hecho, ayer mismo fue aprobada la norma por la cual se rebajaba la cuarentena"siempre que esté en línea con la normativa de las autoridades locales", añade la Euroliga. De este modo, explica el comunicado emitido a primera hora de la tarde por los rectores de la competición continental se "sigue la tendencia de acortar los períodos de cuarentena/ aislamiento que ya se ha aplicado en varios territorios de la Euroliga".

Muchos jugadores infectados

Además, la máxima competición del baloncesto europeo asegura que "se siguen aplicando las pruebas actuales de PCR, anticuerpos y otras pruebas médicas que deben realizarse antes de que un jugador reciba la autorización para jugar". "El protocolo de regreso al juego para jugadores no vacunados y no exentos permanecerá en los 14 días".

Todas estas modificaciones responden al mayor número de jugadores infectados en toda la liga y la evolución informada de tales casos. El análisis realizado por los médicos de la Euroliga ha demostrado que si bien la propagación del virus se ha acelerado durante las últimas semanas debido a la nueva variante, la gravedad de los casos y los tiempos de recuperación se han reducido considerablemente.

Por eso se han acortado los plazos, confiando en que la vuelta en un menor tiempo a las canchas de juego evitaría en gran medida los aplazamientos.

Pues bien, no ha sido así. De momento, no se ha conseguido evitar la suspensión de ocho de los nueve partidos de esta jornada. Los mandamases de la competición no han acertado en sus previsiones. Desde las altas esferas pensaban que con el hecho de mantener en vigor la norma de que con tan solo ocho jugadores disponibles se celebraría el partido se ha confirmado hasta el momento como insuficiente.

El Baskonia no tiene ese mínimo de ocho jugadores disponibles y ahora está a la espera de que la Euroliga le asigne una nueva fecha para la disputa del partido. Los rectores de la competición continental coordinarán con los dos equipos las mejores opciones para reprogramar el partido.

Hasta tres aplazamientos

El protocolo actual establece que los partidos no puede posponerse más de tres veces y aquellos equipos que excedan el límite perderán el partido por 20-0. Cabe señalar también que los partidos aplazados no se pueden realizar después del 14 de abril (final de la temporada regular), pero también que es posible realizar un partido en una sede neutral, si surge la necesidad.

Ahora tocará ajustar un calendario ya de por sí saturado. Un lío. Y una pena también para el Baskonia que se iba a medir a un Maccabi de Tel Aviv en horas bajas. El conjunto hebreo atraviesa una tremenda crisis de resultados, con ocho derrotas consecutivas en Euroliga y cinco partidos perdidos en su país, donde otrora era el gran dominador en tan solo 13 jornadas. Habrá que espear si en la fehca en la que se reprograme el partido, el Baskonia es capaz de pescar en Israel, opción que en estos momentos parecía factible. La culpa del coronavirus, que una vez más ha trastocado el calendario.