Sedekerskis y Granger volvieron a ser una vez más los dos jugadores más destacados en el Baskonia, al igual que la semana pasada ante Unicaja. El buen hacer del lituano y el uruguayo se está convirtiendo en algo habitual. De hecho, en muchos momentos del partido de ayer fueron los únicos que tiraron del carro

Buena prueba de ello es que en los primeros compases del último cuarto, en los momentos calientes cuando se estaba jugando el partido, tan solo apareció Sedekerskis. El lituano anotó los siete primeros puntos de ese último parcial del Baskonia para seguir manteniendo con vida al conjunto azulgrana.

El báltico volvió a firmar unos números espectaculares. Un doble-doble para él con 12 puntos y 10 rebotes para 22 de valoración en casi 38 minutos de juego. Una auténtica paliza. Dusko confía en él porque quizá no haya más, pero de seguir así va a acabar fundido.

Y es que son muy pocos los jugadores que colaboran y aportan aspectos positivos en este Baskonia. El único socio de Sedekerskis es en estos últimos partidos Jayson Granger. El uruguayo también se dio una paliza al permanecer 29 minutos sobre el parqué en los que anotó 13 puntos y repartió 6 asistencias para una valoración de 17 puntos.

Poco más que añadir. No hubo más soldados en el escuadrón de Ivanovic. Baldwin dio unas pequeñas muestras de su potencial. El base despertó de su letargo en el tercer cuarto. En esos diez minutos dio muestras de su carácter, con una actitud guerrillera en defensa, sacando faltas a sus pares, y estuvo además acertado en ataque, donde firmó canastas de bella factura. 8 puntos en los casi 7 minutos que estuvo en pista en ese tercer cuarto con 3/5 en tiros de 2, 2/2 en tiros libres y 0/1 en triples, más dos rebotes y otras tantas faltas recibidas fue su aportación tras el arranque de la segunda mitad. Poco más solucionó hasta el final. Otra canasta, pero casi sin incidencia en el juego. Aún se le espera.

Como a Marinkovic, que salvo el oasis que supuso el partido ante Unicaja todavía sigue sin aparecer. Fontecchio, Costello y Giedraitis, quien no es el mismo tras el regreso de su lesión, estuvieron muy intermitentes y se espera más de ellos. Y es que Dusko Ivanovic necesita más soldados para ir a la guerra.