No todo es glamur en ocasiones en esta Euroliga cerrada a un grupo de privilegiados. La desbordante pasión por el baloncesto al más alto nivel decrece si un equipo como el actual Khimki es uno de los tristes protagonistas. De vez en cuando toca digerir noches surrealistas en las que se conoce de antemano la identidad del ganador y la más mínima incertidumbre brilla por su ausencia.
El Baskonia, profesional desde el minuto 1 al 40 y que no debe perdir perdión por encontrarse tantas facilidades sobre una cancha de baloncesto, ni mucho menos fue el culpable del simulacro de jornada vivida en la periferia de Moscú. Ni él debe justificarse ni por descontado todos los adversarios del abúlico Khimki, convertido esta campaña en un grupo cadavérico que incluso produce lástima viendo el lenguaje corporal y el discutible compromiso de una plantilla a la que se le adeuda mucho dinero.
Solo ver a un viejo conocido como Janis Timma ser una penosa sombra de aquel tres tan codiciado por todos los grandes de Europa antes de recalar en Vitoria hizo daño a los ojos. Por no hablar del raquítico juego interior del anfitrión ruso, que acoge entre sus filas a un único pívot puro que apenas sobrepasa los dos metros (Mickey) y en el que su técnico se vio en la tesitura de conformar diferentes quintetos plagados de escoltas y aleros mientras Fall y Jekiri campaban a sus anchas.
El equipo vitoriano hizo los deberes con la suficiencia esperada, facturó una tercera victoria consecutiva en el frente continental que le mantiene en la pelea por el 'Top 8' y afrontará con tranquilidad el inminente parón provocado por las ventanas FIBA. Pese a que en algún intervalo se contagió del caos y la anarquía del Khimki, el TD Systems no sufrió ningún sobresalto en un partido de guante blanco donde Ivanovic podía haber sido más generoso en cuanto al minutaje de sus intrascendentes canteranos.
Un Ivanovic inflexible
El técnico montenegrino tan solo rescató del anonimato a Diop, Raieste y Kurucs cuando restaban algo menos de dos minutos para la conclusión. Pese a que el duelo estaba sentenciado desde los minutos previos al intermedio, el jefe del Baskonia volvió a ser inflexible y evitó traicionar esa filosofía que tantos éxitos -también disgustos- le ha proporcionado durante su carrera. Las terribles limitaciones y el pésimo estado anímico del Khimki hubiesen permitido toda clase de probaturas y, en caso contrario, ya estaban los pesos pesados para haber reinstaurado el orden.
Como cabía esperar, el Baskonia plasmó su superioridad ante un fantasmagórico colista que a duras penas resistió las embestidas alavesas hasta el intermedio y terminó por derrumbarse en cuanto su faro Shved cometió su cuarta falta en el minuto 26. La estrella rusa y Vialtsev habían protagonizado hasta ese instante los únicos conatos de rebelión del Khimki, incapaz de sostenerse en pie en cuanto la tropa alavesa colocó una marcha más alta.
Ni siquiera fue necesario vaciarse atrás o firmar unos primorosos porcentajes de acierto ante la desangelada imagen rusa. Con un mínimo de seriedad a ambos lados de la pista tuvo suficiente un TD Systems en el que seis jugadores superaron la decena de puntos. Henry se hinchó a repartir juego, Vildoza despertó del letargo tras el intermedio y el trío compuesto por Dragic, Giedraitis y Peters prolongó la agonía rusa desde la larga distancia.
A todo ello se sumó la abrumadora superioridad alavesa en el juego interior. Fall, lógica apuesta de Ivanovic en el cinco inicial, se gustó ante un Khimki con apenas un pívot puro en nómina (Mickey) y sin centímetros para difuminar la supremacía del gigante senegalés. Las bajas de última hora en las filas locales de los exteriores Jovic y McCollum también allanaron más si cabe el camino hacia el duodécimo triunfo continental.
El Baskonia se resiste a dar su brazo de torcer en su intento de persecución a los oponentes que le preceden en la tabla y a la vuelta de la esquina llegan dos partidos propicios -Estrella Roja y Olympiacos en el Buesa Arena- para seguir engordando el casillero de triunfos. Cuando la suerte azulgrana parecía echada hace algunas jornadas, este grupo sobrado de casta quiere vender muy cara su piel.
- Ficha técnica:
67 - Khimki (14+23+20+10): Shved (16), Zaytsev (8), Bertans (-), Monia (6) y Mickey (13) -cinco inicial-, Timma (3), Karasev (6), Vialtsev (11), Ponkrashov (2), Kadoshnikov (2), y Voronov (-).
89 - TD Systems Baskonia (24+23+24+18): Henry (2), Giedraitis (13), Sedekerskis (11), Polonara (7) y Fall (14) -cinco inicial-, Raieste (2), Vildoza (13), Jekiri (2), Diop (-), Peters (11), Dragic (13) y Kurucs (1).
Árbitros: Tomislav Hordov (Croacia), Spiros Gkontas (Suecia) y Huseyin Celik (Tuquía). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima quinta jornada de la Euroliga disputado en el Arena Mytishchi de Vitoria ante 461 espectadores, según datos del equipo local.