madrid - El Real Madrid y el Barcelona protagonizarán esta noche en el WiZink Center (21.00 horas/Movistar Deportes) el primer Clásico europeo de la temporada, duelo al que el anfitrión llega en una posición mucho más desahogada y con ganas de revancha tras la derrota encajada hace menos de un mes en el duelo entre ambos de la Liga Endesa.

En aquel choque disputado el pasado 25 de noviembre, el equipo azulgrana se apuntó una contundente victoria (86-69) que le confirmó como líder en solitario de la competición doméstica y que los jugadores locales celebraron efusivamente ante un Palau Blaugrana entregado.

“Me alegro mucho de que piensen que ganando al Madrid han ganado un título”, contestó ayer Laso casi tres semanas después, consciente de la relativa importancia que tienen los partidos en esta fase de la temporada, sobre todo en la Liga ACB, donde un tropiezo es fácil de amortiguar debido a la superioridad de los grandes.

No ocurre así en la Euroliga, donde el nivel es mucho más alto y el Real Madrid está defendiendo muy bien su corona continental, con nueve victorias en once jornadas, solo una menos que el líder Fenerbahce. Una trayectoria que alfombra una temporada más su clasificación para el play off de cuartos.

Por contra, el Barça, que llegó a encadenar cinco victorias seguidas en la Euroliga, ha encajado tres derrotas en sus cuatro últimos duelos y su balance (6-5) le ha relegado a la séptima posición con una renta mínima sobre sus perseguidores. Su rendimiento sigue siendo irregular a domicilio y ya ha caído en plazas asequibles como Gran Canaria o Pogdorica, su último tropiezo.

Su intensidad defensiva en el último Clásico, donde Chris Singleton y Kyle Kuric confirmaron el buen rendimiento de los fichajes, es la referencia en la que deben mirarse los pupilos de Svetislav Pesic para repetir un triunfo de prestigio en Madrid, donde han perdido en sus cuatro últimas visitas de Euroliga.

Para favorecer aún más el espectáculo que se espera en el WiZink Center, ambos equipos tienen a todos sus jugadores disponibles, más allá de las molestias en la espalda de Sergio Llull, quien se espera que pueda jugar sin problemas. Así, Ognjen Kuzmic ya ha abandonado la enfermería blanca y Laso tiene a toda su artillería disponible para tratar de entregar un regalo prenavideño a la afición local. - E.P,