vitoria. A Devon Van Oostrum se le ha quedado definitivamente pequeño el Europeo sub'20 que se está disputando durante estos días en la localidad rumana de Pitesti. El base del Baskonia volvió a erigirse ayer en el principal estandarte del triunfo (83-74) de Gran Bretaña ante Polonia que prácticamente certifica el liderato del combinado inglés al término de la primera fase. Con unos números espectaculares (37 puntos, 9 rebotes y 3 asistencias en 35 minutos de juego), se erigió en el indiscutible protagonista del encuentro. Los únicos lunares fueron sus 7 pérdidas de balón y los irregulares porcentajes en tiros de campo, ya que encestó 13 de los 30 tiros que efectuó ante el aro rival.
La joven promesa azulgrana, llamada a desempeñar el papel de tercer timonel a las órdenes de Sergio Scariolo a partir de la próxima campaña, sigue evidenciando una superioridad aplastante sobre los demás jóvenes de su edad que están luciendo sus virtudes en tierras rumanas. Algo con lo que todos ya contaban de antemano dado que Van Oostrum, de origen holandés tras nacer en Groningen, ya ha sido internacional absoluto con Gran Bretaña y llegó a disputar en 2011 el Europeo de Lituania a las órdenes de Chris Finch. Algo de lo que no puede presumir ninguno de los rivales a los que se está viendo las caras.
En los cuatro duelos disputados hasta la fecha ante las selecciones de Eslovaquia, Luxemburgo, Rumanía y Polonia, todas ellas eso sí de un controvertido nivel baloncestístico, una de las grandes esperanzas del baskonismo ha promediado la friolera de 25,8 puntos, 8,3 rebotes y 5 asistencias. Números de ensueño que permiten elevar las expectativas sobre un director de juego al que, tras sus cesiones en Tarragona y Cáceres, le ha llegado la hora de demostrar en la capital alavesa si puede llegar a ser una estrella de la canasta. Para ello, deberá pulir todavía muchos aspectos de su juego y ganar en experiencia.