Encajar dos abultadísimos varapalos consecutivos como ha sufrido el Baskonia en Israel es un esfuerzo difícil de llevar para cualquier profesional que acaba de contemplar cómo el sueño por el que lleva toda la temporada luchando se le escurre entre las manos. Sin embargo, las palabras con las que Dusko Ivanovic se despidió ayer del Nokia Arena parecían las de un hombre consciente de que el objetivo se había desvanecido mucho antes de este cuarto enfrentamiento. "Esta eliminatoria la perdimos en Vitoria en el segundo partido. En aquel partido dejamos escapar una gran oportunidad de estar en la Final Four", apuntó el entrenador montenegrino tras un doloroso adiós al sueño continental.
Aunque confiaba en poder llevar la serie de vuelta a Vitoria para sellar el billete con el apoyo del Buesa Arena, el conjunto azulgrana sucumbió ayer por tercera ocasión ante un Maccabi al que en ningún momento de la serie fue realmente capaz de defender con cierta solvencia. "En los dos primeros cuartos hemos jugado bien en ataque pero no hemos conseguido estar bien en defensa para poder llegar a la Final Four. Desde el primer día he dicho que con una buena defensa podíamos ganar, pero con los puntos que nos han metido en el primer tiempo nuestra defensa era un gran problema", resumió el preparador balcánico antes de incidir en la verdadera lacra que ha asolado a los vitorianos durante todo este cruce y que ayer se vio refrendada con un parcial de 28-10 tras el descanso.
"En el comienzo del tercer cuarto nos han cogido diez puntos de ventaja sin ningún esfuerzo por nuestra parte para pararlos", lamentó un Ivanovic al que su discurso le llevaba irremediablemente de vuelta al segundo duelo. Ése en el que Marcelinho Huertas se botó el balón en el pie en la jugada decisiva y una canasta in extremis de Jeremy Pargo otorgó el triunfo a la escuadra de David Blatt por 81-83.
Aferrados a la acb "Les dije a mis jugadores que dejamos escapar una gran posibilidad de estar en la Final Four, pero ahora nos queda otra posibilidad. En la vida no se pueden dejar escapar las oportunidades que pasan delante tuyo, pero todavía nos queda una más y espero que la aprovechemos", subrayó el entrenador baskonista, que ayer asistía con gesto de desolación al increíble bajón de juego sufrido por sus pupilos en cuanto regresaron al parqué tras el tiempo de descanso. A partir de hoy, el Caja Laboral se aferra al único título que le resta por disputar esta campaña y que retoma el próximo domingo a partir de las 18.00 en el Buesa. Después de que el Estudiantes aterrice en Vitoria, el equipo azulgrana dispondrá hasta el final de la fase regular de una semana entera para preparar los partidos y, como parece, acoger en su seno a un nuevo pupilo que intente tapar las fisuras en el juego baskonista.