El bar El Valle, uno de los locales hosteleros más clásicos y tradicionales de la calle Gorbea, recupera la actividad tras un largo parón de más de dos años.

Renace El Valle con fuerzas renovadas y nuevas iniciativas para mantenerse como lugar habitual en la ruta por esta no menos emblemática calle.

Homenaje y recuerdo a los progenitores

Esta nueva andadura llega respaldada por la experiencia de la familia Sagredo, con Eneko al frente del renovado Valle y el asesoramiento de su hermano Míchel para recuperar el esplendor del local.

Destaca Míchel Sagredo, el "valor y fuerza simbólica" del local, por ser el lugar en el que empezaron sus progenitores el recorrido dentro del mundo hostelero de la ciudad hace 53 años.

Tenían claro que el nombre debía ser el mismo en esta nueva etapa como "recuerdo al lugar de procedencia de mi padre, la comarca de La Bureba de Burgos, y el valle que existe allí", explica Míchel Sagredo, también conocido en la hostelería local por sus años al frente de El pregón.

Pintxos variados, huevos fritos, callos, oreja rebozada

Con el negocio ya en marcha desde la tarde del jueves, los clientes que han vuelto al local están corroborando la apuesta de El Valle por "clásicos como la merluza rebozada, callos oreja rebozada, tortillas de mi madre y huevos fritos", desglosa Míchel Sagredo.

Todo ello sin desdeñar una vistosa y llamativa barra diaria de pintxos y la apuesta por los jueves de pintxo-pote, en el corazón de la calle que asistió al nacimiento de esta tradición.

Los chamilitos o cruasanes rellenos

Además de esa línea clásica de la cocina, destaca Sagredo la apuesta por los chamilitos, en alusión y recuerdo a uno de los nombres por los que era conocido su padre. Esta oferta de chamilitos en El Valle consiste en "cruasanes pequeños con cuatro variedades de salado y otras cuatro de dulce", desglosa Sagredo para saciar el paladar y estomago de la clientela.

Con la oferta de dulce y salado cubren todos los gustos posibles y dentro de los dulces está el que tiene la "punta del cruasán blanca o negra", esboza Míchel Sagredo a modo de invitación para acercarse al Valle y descubrir la bien poblada barra de su local.

Entre la oferta de cruasanes salados destaca el denominado Pavito, con la carne y pechuga de pavo como ingrediente básico. Hay otro, denominado Pollito con carne de esta ave además de "guacamole, salsa yogur y crema de queso", apunta Míchel Sagredo.

Además de poderlos encontrar en la surtida barra del local, también se pueden realizar pedidos de cualquiera de estas especialidades para recoger en el local o entrega a domicilio.