Las enfermedades mentales dejan un legado enorme, no solo para las personas que lo sufren sino para aquellos que están a su alrededor. Por eso, el Día Mundial de la Salud Mental, celebrado ayer, cobra tanta importancia para las familias y para el conjunto de la sociedad. La Asociación Alavesa de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Asafes), de hecho, lo corrobora. Cerca del 20% de los alaveses sufre alguna enfermedad mental: depresión, ansiedad, esquizofrenia, bipolaridad o cualquier otro trastorno. Y es necesario visibilizarlo, ya que es uno de los trastornos más graves que está padeciendo la sociedad.

Es necesario generar estrategias de apoyo que sirvan a este colectivo a sobrellevar su enfermedad, sentirse integrados y recibir el apoyo necesario para poder, en algunos casos, curarse. La psicóloga de Asafes, Arrate Gastiain, afirma que "la depresión a nivel de las consultas en la red de salud mental es de los diagnósticos más frecuentes y a raíz de la pandemia ha aumentado".

Algunas personas afirman estar cansadas de escuchar etiquetas erróneas y descalificativas por el hecho de padecer una enfermedad mental. En cambio, otras levantan la voz y hablan con naturalidad de lo que les pasa. Es el caso de Olimpia Andrés, de 55 años, quien sufre de un trastorno bipolar diagnosticado desde hace 24. Es madre de dos hijos, vive sola y lleva una gestión muy organizada de sus cuentas y todo lo que tiene que ver con su hogar. "Somos iguales que cualquier persona que tenga una enfermedad física. Con la enfermedad mental puedes llevar una vida normal como cualquier persona. No te tiene que afectar en tu vida si estás bien medicado", comenta.

Nueva oportunidad laboral

Gracias al apoyo de Asafes y del centro especial de empleo RAEP, ha logrado salir adelante y encontrar una gran oportunidad laboral. Cuenta que "Primark pidió gente con discapacidad y decidieron que una de las candidatas podía ser yo y estoy trabajando allí desde agosto". Para ello, tuvo que pasar una entrevista, hacer unos cursillos formativos durante tres días y luego se incorporó a su puesto de trabajo. Entre sus tareas diarias están la de recoger la tienda, doblar y colgar la ropa y realizar labores de atención al cliente.

Como en cualquier crisis, los colectivos más vulnerables son los que más han sufrido. Las lagunas en los servicios de salud mental ya existían antes de la pandemia, pero el covid-19 empeoró considerablemente las cosas. En este sentido, los cierres de establecimientos, el aislamiento social, la falta de empleo, las limitación de los movimientos y de las reuniones familiares y la ansiedad por el contagio, entre otros factores, eran una amenaza invisible patente. Sin embargo, Olimpia cuenta que "el no estar en casa encerrada durante la pandemia sin poder salir gracias al justificante que me permitía salir de casa fue muy importante para mí. Las personas con mi trastorno no podemos estar solos tanto tiempo porque tendemos a recaer un poco. Al estar con compañeros, ir y venir, me vino muy bien".

Joy Heavis tiene 41 años y es originaria de Nigeria. Llegó a España hace 19 años y es madre de familia responsable de tres niñas de 7, 11 y 14 años. Hace cinco años fue diagnosticada a raíz de repetidos episodios de sentir miedo, angustia y no dormir bien cuando su tercera hija tenía dos años. Estuvo ingresada en el hospital dos semanas y, a partir de ahí, empezó a frecuentar al psiquiatra en Zabalgana. Gracias a los medicamentos, Joy se encuentra mucho mejor y, al no tener a su familia cerca, su apoyo más cercano lo ha encontrado en sus amigos, en Asafes y en su centro especial de empleo. Aún así no pierde su sonrisa y demuestra mucho interés por hacer diferentes cursos para formarse y admite que le gustaría aprender "a manejar el ordenador y a ser ayudante de cocina". Hace once meses que trabaja en RAEP en la zona de embalaje y haciendo labores de limpieza.

Asafes tiene alrededor de seiscientos asociados y ofrece diferentes programas dirigidos a personas con enfermedades mentales. Según Vanesa Vadillo, psicóloga y gerente de la asociación, "aquí se les da su primera atención desde que llegan a las instalaciones, donde son atendidos por una trabajadora social que les deriva a los recursos que consideran más adecuados para ese paciente o esa familia". Afirma que es importante romper con los mitos que hay en torno a estas enfermedades. Entre los servicios que ofrecen están el centro de día de Argibide, grupos de autoayuda, talleres psicosociales, escuelas de familias, actividades en la comunidad, atención individualizada por la trabajadora social y también la asistencia de una psicóloga.

Campaña mundial. Este año el lema de la campaña mundial es 'Atención de salud mental para todos: hagámosla realidad', que tiene como foco principal promover políticas de salud mental, proteger el derecho de quienes la padecen, alcanzando a cien millones de personas más con la atención necesaria.

Un trabajo global. La OMS lanzó la Coalición Paneuropea de Salud Mental, un llamamiento a los gobiernos europeos para abordar las lagunas en los servicios de salud mental que se han agravado como consecuencia del covid-19, de modo que se inverta en servicios de salud, en la mano de obra y en una infraestructura terapéutica moderna, manteniendo esta cuestión en lo más alto de la agenda política.

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Por ciento de los jóvenes menores de 30 años presentan diversas enfermedades mentales, según los datos proporcionados por Asafes.