La tranquilidad de la calle Aranzabal se va a ver pronto sacudida con la inauguración de Kanaia. La semana que viene tiene marcada la apertura de puertas este nuevo gastro-bar tras varias semanas de un intenso lavado de cara para transformar el interior del local e impregnar esos toques de decoración adecuada a los nuevos tiempos. "Han sido labores de chapa y pintura, por así decirlo, para actualizar el interior del bar con obras menores como pulir el suelo, la tarima y añadir más iluminación", detalla Juan Carlos Arana, socio del local, en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Después varios meses con la persiana bajada como consecuencia de las restricciones impuestas a la hostelería por la pandemia, el olfato de Juan Carlos Arana, con más de tres décadas de experiencia en la hostelería y varios locales abiertos en la ciudad, le llevó a interesarse por este negocio "ubicado en una buena zona, en una calle tranquila, cercano a un centro educativo y pegado a una zona de juegos infantiles", resalta Arana.

A partir de ahí llegaron las conversaciones con la propiedad del local y su "buena disposición" ha hecho el resto a la hora de negociar unas condiciones económicas ajustadas a esta época pandémica. Es cierto que en estos tiempos da vértigo afrontar una aventura como es la apertura de un local, pero toca arriesgar, movernos y hacer algo para seguir facturando", resume Arana como filosofía que le ha llevado a embarcarse el proyecto.

"Lugar atractivo para los clientes"

La terna de socios que va a dirigir el negocio apuesta por convertir al Kanaia en un "lugar atractivo para los clientes, donde poder completar desde un buen desayuno, comer a mediodía y terminar disfrutando de una cena sentado o picar algo mientras se toma cualquier consumición. Todo ello con una buena atención a los clientes", relata Arana.

A la hora de elaborar esa carta, está aportando su toque personal el cocinero Manuel Arriaga. Su experiencia en otras cocinas de renombre de Gasteiz le ha llevado a diseñar unas propuestas de "cocina elaborada, con empaque y marcando la diferencia en el sentido de desmarcarnos de las cartas tradicionales que puede haber en otros locales", explica Arriaga, en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, con el inconfundible acento mexicano que le descubre su procedencia.

La esmerada carta contiene platos tradicionales con otros más atrevidos y con las patatas kanaia, que aspiran a ser uno de los elementos más reconocibles del local. "Son patatas al horno y fritas, en lugar de hervidas y luego fritas" explica, que luego se acompañan con salsas como brava, ranchera y alioli. Algunos de los manjares que figuran en la muy pensada carta son las "croquetas caseras, ensaladilla vasca, tarrina de manitas con pulpo a la plancha, ensalada de pisto frío, brocheta de rape con langostinos o salteado de espárragos trigueros, entre otros", enumera de carrerirlla el cocinero esperando ya con ganas la jornada de apertura del local.

Amplia terraza

Otro de los puntos fuertes del Kanaia va a estar en los metros de terraza que va a disponer en una calle como Aranzabal, totalmente peatonal, sin riesgo de tránsito de vehículos, rodeada de arbolado y con una zona de juegos infantiles junto al local. Hasta una docena de mesas va a poder colocar en el exterior tras haber logrado el beneplácito de los locales anexos para colocar los veladores fuera de su línea de fachada.

"La gente ahora opta por estar en la terraza, en lugar del interior de los locales", admite Arana. Además la proximidad a un gran colegio como Marianistas le puede convertir en punto de encuentro matinal tras dejar a los pequeños en el aula. No faltarán pantallas de televisión para poder seguir desde el velador las andanzas deportivas de Alavés y Baskonia, como sello que también comparte y define un albiazul impenitente como es Juan Carlos Arana.