La primera teniente de diputado general y diputada foral de Desarrollo Económico, Innovación y Reto demográfico, Pilar García de Salazar, compareció ayer a petición propia en la comisión que lleva el nombre de su departamento para presentar el estudio demográfico Análisis y diagnóstico del proceso de despoblación en el territorio histórico de Álava. Análisis y diagnóstico del proceso de despoblación en el territorio histórico de ÁlavaEstuvo acompañada por Mari Cruz Porcal, doctora en Geografía por la Universidad del País Vasco, investigadora principal y directora del estudio, así como por Iñaki Guillerna, director de Reto Demográfico.

La diputada comenzó analizando el fenómeno del paulatino declive de las zonas rurales en contraste con la concentración de población en torno a las ciudades. Y en ese sentido destacó que "Álava no ha vivido ni vive ajena al fenómeno de la concentración de la población en las zonas urbanas. El 75% de la población de nuestro territorio vive en la capital frente al 25% que reside en el resto de Araba, incluido Trebiño".

Otro elemento importante para analizar este fenómeno es el envejecimiento de la población, que "afecta a todo el territorio, Vitoria-Gasteiz incluida, aunque es el Valle de Arana el municipio más envejecido. El 40% de sus habitantes tiene más de 65 años. Por contraste, Dulantzi y Oion, son los municipios con tasas de juventud mayores, ambos con datos superiores al 25%". Estos y otros parámetros llevan a que en Álava "hay 426 núcleos de población. En 417 viven menos de 1.000 personas; en 252 viven menos de 50 y en 141 viven menos de 25 personas".

La diputada también se refirió a que las entidades singulares de población que se encuentran en riesgo muy alto de despoblación son 45, que representan el 10,56% de todas ellas y acogen a 939 habitantes; y en el otro extremo, en el de riesgo muy bajo, se encuentran 55 entidades de población que representan el 12,68% y acogen a 47.689 habitantes.

Para García de Salazar, Álava se encuentra "ante un reto complejo porque el atractivo de las ciudades tiene gran influencia a la hora de que las personas decidan dónde vivir o trabajar. Luchamos contra corriente y una de las claves para poder tener éxito es, sin duda, hacer también nuestros pueblos atractivos para vivir y trabajar".

A esa tarea se han dedicado los responsables políticos alaveses, que "hace ya más de 30 años tuvieron la visión de poner en la agenda política del territorio la necesidad de trabajar para dotar a nuestros pueblos de infraestructuras y servicios; para lograr que alaveses y alavesas vivan donde vivan disfruten de una misma calidad de vida; para contar con pueblos vivos y atractivos que ofrezcan las condiciones óptimas para que cualquier persona pueda desarrollar su proyecto de vida en ellos".

Fruto de ese empeño es el trabajo encargado a la Universidad del País Vasco y ACOA que partía del estudio de Gaindegia, de las conclusiones de la jornada organizada por Eusko Ikaskuntza en torno a este tema y del documento elaborado por la secretaría técnica de la mesa interinstitucional. Tras matizar que "no hay que confundir despoblación con despoblamiento. La primera implica la merma continua de habitantes y, por lo tanto, un detraimiento demográfico. Lo segundo implica abandono de los pueblos. En Araba no se está dando el fenómeno del despoblamiento y sí la despoblación".

Por ello, de acuerdo con los datos del estudio, la diputada desgranó que, en 2019, 18 de los 51 municipios no sobrepasan los 500 habitantes (representan el 35,3%), 372 núcleos (esto es el 87,3%) no alcanzan los 200 habitantes. Este límite de 200 habitantes es el que la Asociación Española de Municipios contra la despoblación establece como umbral crítico por debajo de cual los asentamientos tienen muchas posibilidades de desaparecer a medio plazo. Pese a ello, "en Álava, esta situación, dadas sus características y el trabajo realizado no se ha producido y no se va a producir".

Apoyo foral

Colaboración. Entre las aportaciones que realiza o tiene previsto acometer la Diputación Foral, Pilar García de Salazar destacó la colaboración con el Gobierno Vasco en la puesta en marcha de políticas de promoción de adquisición, alquiler y rehabilitación de viviendas en el ámbito rural, así como la movilización de viviendas vacías y creación de una bolsa de viviendas en el ámbito rural.

Promoción económica. En cuanto a la promoción económica recordó el apoyo público al emprendimiento en áreas rurales, con especial atención al sector primario; el impulso al mantenimiento y recuperación de los pequeños negocios rurales; el fomento del turismo sostenible ligado al patrimonio natural y cultural, etc.

Fiscalidad. Respecto a medidas ligadas con la fiscalidad, señaló las bonificaciones/deducciones especiales en impuestos de actividades profesionales y empresariales para quienes desarrollen su actividad y tengan su residencia habitual en la zona rural.

Movilidad. Por último, destacó las medidas para favorecer la movilidad a través de infraestructuras y transporte y el reforzamiento de los servicios públicos y servicios básicos incorporando la perspectiva demográfica en la elaboración de normas forales, planes y programas de inversión de la Diputación.