La comarca de Añana alberga buena parte de los grandes recursos turísticos de Álava. Desde el espectacular Valle Salado, de Salinas de Añana, al Jardín Botánico de Santa Catalina, en Trespuentes, pasando por los espacios naturales, el románico, los yacimientos arqueológicos como el de Iruña Veleia, las vías ferratas para los escaladores mejor preparados o las vías verdes y hasta los productos agroalimentarios, que han generado una rica cultura de restauración, la comarca lo tiene todo para el disfrute con todos los sentidos.

Y lo más llamativo de todo ello es que, además, cuenta con un amplio tejido de alojamientos de todo tipo que facilitan la estancia, tanto de parejas como de familias con una oferta variada y asequible de gran calidad.

Atrás van quedando los malos momentos vividos durante la pandemia. Los confinamientos y el consiguiente cierre de los negocios de hostelería, restauración y alojamientos en general pusieron en un brete a sus propietarios, algunos de ellos después de haber realizado importantes inversiones, en la mayoría de los casos con financiación externa que había que devolver.

Afortunadamente, el verano de 2021 lo tiene todo para recuperar el tiempo perdido. Las limitaciones de aforos, los horarios de cierre de la hostelería o el sinvivir de las reservas que se cancelaban dejan paso a un cercano verano que se presenta muy especial. Y es que, como señala el servicio de turismo de la Cuadrilla de Añana, las reservas en alojamientos rurales diferentes, los campings con bungalows o cabañas alejados del mundanal ruido o los albergues, en plena naturaleza, están en alza de cara al verano. En muchos de ellos, afortunadamente y con esperanza de que la situación lo permita, están casi al completo.

En estos momentos, la oferta de alojamientos en la comarca, además de otros espacios habilitados para autocaravanas, cuenta con 16 casas rurales, a las que se sumará otra más en Armiñón, en breve: Arbaieta Etxea (Gurendes-Quejo); Caserío Montehermoso (Astúlez); Castillo de Portilla (Portilla); Gaubeako Ekhia (Espejo); Lagun Etxea (Pobes); Natura Sobrón (Sobrón); Casa Rural Orlegy (Villanañe); Tierra y Madera (Barrio); Arkamo Atea (Karkamu); El Castillo (Castillo-Sopeña); Alai Etxea (Pobes); Gesaltza Etxea (Salinas de Añana); Madera y Sal (Salinas de Añana); Neithea (Bóveda); Osingain (Leciñana del Camino) y Valderejo Etxea (Lalastra).

Otra forma de visitar la comarca es a través de los ocho agroturismos que ofertan una manera de experimentar la auténtica vida rural: Agroturismo Araiko Etxea (Tuyo); Ganbara (Villamaderne); Molino Solapeña (Corro); Agroturismo Urrutia (Osma); Caserío Maribel (Aprikano); Herranetxe (Bóveda); Toki Eder (Tuyo) y Agroturismo Zaballa Baserri (Nanclares de la Oca). Para los más aventureros y para las familias, los Valles Alaveses disponen de tres albergues: Cantoblanco (Barrón); albergue de Espejo (Espejo) y Albergue Cantoblanco, en el Santuario de Angosto (Villanañe). Y dos de los tres campings que existen en el Territorio Histórico de Álava: Angosto, en esa localidad, y El roble verde (Nuvilla).

Quienes prefieran más comodidad cuentan con tres hoteles: Amona (Tuesta); Durtzi (Sobrón) y Hotelandgo.com, en la Plataforma logística Arasur (Ribabellosa). Y los más independientes disponen de apartamentos turísticos en Azala (Lasierra); Cabaña Rural de Paúl (Paúl); los Apartamentos Rurales Berbea (Barrio) y Ibaialde Sobrón (Sobrón).

Para la responsable de la oficina de Turismo de Valdegovía, Yolanda Sobrón, "la oferta de alojamientos que tiene la comarca es muy variada y de mucha calidad. Y es que, tanto los campings como los agroturismos, las casas rurales, los apartamentos y hasta los aparcamientos, las áreas de autocaravanas y de campers, conforman unas propuestas muy amplias".

La responsable de esta oficina contaba que tienen noticias de que esa oferta va a aumentar, ya que los emprendedores han visto que las plazas se pueden cubrir sin problemas. La cuestión es que cuando la gente se decanta por la costa o llega el invierno, la comarca acusa ese descenso de reservas. Por eso, "lo que se ofrece ahora es una oferta muy equilibrada".

Por eso, en estas fechas, abundan los carteles de completo. Y es que, "en estos días en los que ya se ve la luz al final del túnel, una de las cosas que nos ha demostrado la covid-19, aunque ya lo sabíamos, es que el turismo de naturaleza, el contacto con la naturaleza es lo que nos pide el cuerpo y es lo que nos va a reportar un beneficio físico, mental y de todo tipo". Pero Yolanda Sobrón añadía que "estamos viendo que el turismo rural y el turismo de interior está en boga y para eso, la comarca de Añana, dispone de una amplia oferta que no es exclusivamente de naturaleza, sino también de patrimonio, tanto para las parejas, como ahora se promociona Álava desde este pasado Fitur, como para familias"

La clave del encanto que tiene esta tierra es que "una de los recursos importantes que tiene Añana, especialmente en Valdegovía, es que somos muy extensos geográficamente hablando. Tenemos mucho espacio, pero una demografía, una densidad de población, muy baja. De esta forma, en algunos momentos en los que con la apertura de la movilidad se generaban grupos grandes de personas en muchas partes de la provincia, aquí, siendo muchos los visitantes, daban la sensación de ser menos. No hay sensación de masificación".