La oferta hostelera en el corazón de Gasteiz se va a ver complementada la semana que viene con un nuevo y espacioso local que rezuma el pasado de la ciudad por sus entrañas. La calle Mateo Moraza 21 es el punto elegido por Juan Carlos Antolín para inaugurar Kobatxa.

La sola mención de esta palabra hace retroceder dos siglos en la historia de Vitoria y colocar en primer plano la figura de Justo Antonio de Olaguíbel y la obra que dejó como su gran legado para la expansión de la ciudad. Su privilegiada mente diseño cómo salvar el desnivel de la colina de la antigua Gasteiz para poner las primeras piedras del crecimiento más allá de sus murallas.

Con la solución técnica más visible de Los Arquillos se encontró la solución. Por debajo de ellos construyó una serie de siete bóvedas de piedra que los sustentan y que 200 años después aún siguen en pie. Es precisamente una de esas covachas sobre la que gira el nuevo local de 400 metros cuadrados repartidos en dos plantas.

Conservación íntegra

"De todas las que construyó la que conservamos en el local es la única de mampostería que se conserva íntegra desde la planta superior a la inferior. Son 10 metros de altura de piedra natural, que hemos dejado al descubierto con la obra. En épocas de lluvia se producen las filtraciones de agua y hemos tenido que prepararlo para que los clientes del bar lo puedan apreciar y disfrutar", comenta orgulloso Juan Carlos Antolín, en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA junto a esa joya que esconde el local.

En cuestión de días va a llegar a la meta de un largo proceso iniciado antes de la pandemia y que le ha hecho padecer los contratiempos motivados por la pandemia. "Tanta incertidumbre me ha llevado a momentos en los que pensar incluso en tirar la toalla", admite el hostelero a pie de barra de la Kobatxa.

Sin embargo ahora todo son "ganas y nervios por terminar" para poder abrir la puerta de este deslumbrante local, aunque admite su desilusión por no poder llevar a cabo una inauguración al uso, ante las limitaciones a las que obliga la pandemia.

Diferentes ambientes

Una vez que los vitorianos atraviesen la puerta corredera que permite acceder a la Kobatxa se van a encontrar con "un buen servicio en lugares del local con diferentes ambientes repartidos por su interior. Desde un bar de copas, hasta el picoteo informal y espacios que se podrán reservar para eventos e incluso zonas de networking", define Antolín como líneas maestras en torno a las que gira el nuevo local. Dentro de ese picoteo informal, "la calidad de la carta" es uno de los aspectos que más se va a cuidar con una confección "no excesivamente larga en cuanto a cantidad de productos ni el precio", resume.

La Kobatxa es otra de las aperturas en el corazón de la zona de ocio de Gasteiz. No dista muchos metros de otras aventuras que se preparan en la calle Olaguíbel, en un bar enfocado a servir cocktails o de la reapertura que se ultima también en plan Cuesta de San Francisco en un histórico local como el Batikano, cerrado desde hace muchos años.

Compatibilizar con el tráfico

"Es una zona donde se trabaja, sobre todo, el fin de semana pero también hay que trabajar el resto de días para poder pagar los recibos que no paran de llegar", enmarca la reflexión de Antolín. La posibilidad de poner terrazas en el exterior se han convertido en una tabla de salvación para el sector, aunque una calle como Mateo Moraza "limita" esa posibilidad al tener que compatibilizarlo con las labores de carga y descarga y el tráfico de transporte púbico que atraviesa la zona. "No estaría mal eliminar ese tráfico o arrimarlo, en la medida de lo posible, hacia la fachada del Ayuntamiento y poder ganar anchura en la acera", plantea Juan Carlos Antolín como alternativa.