Primero fueron las grandes superficies, luego la crisis económica del 2008 y la aparición de plataformas como Amazon o AliExpress, y ahora la pandemia. El comercio en el centro de Vitoria lleva veinte años capeando un temporal tras otro y el resultado es el desolador panorama que se encuentra el consumidor cuando sale de compras por la capital alavesa. El escenario empeora además con la parálisis del proyecto de Urteim en la manzana de San Prudencio y General Álava, y con la huida de las grandes franquicias de los centros de las ciudades para volcarse en el comercio online.

Sin embargo, y como de toda crisis ha de surgir una oportunidad, en la capital alavesa se empieza a detectar un tímido movimiento, como explica a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA Víctor Barandalla, de la inmobiliaria Trivinsa. "Muchos negocios cierran, pero también hay cierto movimiento positivo, se van abriendo locales comerciales", explica Víctor, cuya empresa ha cerrado recientemente varias operaciones de arrendamiento en el centro. Según el gerente de Trivinsa, "hay gente que está aprovechando el momento para buscar precios más reducidos, si le pedían 1.500 euros lo acaba sacando por 1.100, y de esa forma valora la posibilidad de montar un negocio". Así, en calles tan castigadas por la crisis comercial como Dato o San Antonio abrirán en breve nuevos comercios.

Víctor señala que más que la pandemia, el desplazamiento de las grandes cadenas al mercado online y a los centros comerciales es lo que ha acabado por desertificar el centro, pero esta circunstancia deja un resquicio de oportunidad para "negocios más pequeños", un mercado en el que "hay más meneo".

De hecho, el responsable de Trivinsa considera que todos los perjuicios que ha traído consigo la globalización pueden tener su cara positiva a medio plazo, creando las condiciones para que surjan otros negocios como "fruterías especializadas o tiendas de ropa no tan genérica como Zara". A su juicio, "se están desarrollando iniciativas y de aquí a unos años veremos cosas nuevas".

En la Cámara de Álava ratifican con datos esas sensaciones: "Se percibe una mayor actividad", afirma su responsable de Información y Estudios, Liher Martín. Una de las razones es que muchas personas que quieren emprender "aplazaron sus proyectos el año pasado y los están poniendo en marcha ahora", con la vacunación en marcha y una tenue luz al final del largo túnel de la pandemia. Así, el Área de Emprendimiento de la entidad cameral, durante el primer trimestre de 2021, prestó asesoramiento a 67 mujeres, lo que se materializó en la creación de siete nuevas empresas; y a 45 hombres que constituyeron seis nuevas empresas. En todo el año pasado se prestó este servicio a 109 mujeres (21 empresas creadas) y a 90 hombres (21 nuevas compañías).

Dos programas. La Cámara de Álava cuenta con dos programas para que los negocios "que son o han sido rentables no cierren porque el propietario se jubile o quiera dejar el servicio a pie de calle", señala Liher Martín. El programa Berriz Enpresa, en colaboración con el Gobierno Vasco; y Relevo Servicios, con la Diputación alavesa, persiguen ese objetivo, "que esos negocios no se pierdan". Los técnicos de la Cámara asesoran al vendedor, le auditan su negocio, y se aseguran de que se transmitirá a una persona solvente en lo profesional. La decisión última es de quien va a dejar su empresa, señala Martín.

112

Un total de 112 personas, 67 mujeres y 45 hombres, han recibido asesoramiento de la Cámara de Comercio e Industria de Álava para crear 13 nuevas empresas en el primer trimestre de 2021. En todo 2020 se asesoró a 199 personas que abrieron 42 negocios.