Desde que en el año 1975 se recuperase el carnaval rural de Zalduondo, esta será la primera vez que no se celebre. La Asociación Cultural de Zalduondo, tras sopesar varias alternativas, ha decidido que, en plena alerta sanitaria, el conocido Carnaval rural de Zalduondo debía esperar a otro momento que asegurase la salud colectiva.

De esta manera las ovejas, ceniceros, porreros, el oso, la vieja, el predicador y el resto de personajes tendrán que aguardar al año que viene para poder desfilar y condenar, esta vez sí, a una muerte segura a Markitos, acusado, de los males de los dos últimos años.

Sin duda este año había razones fundadas para condenar y ajusticiar a Markitos, pero es responsabilidad de todas y todos ponérselo difícil al covid-19 y evitar aglomeraciones.

Mascarillas

La Asociación Cultural, organizadora del Carnaval, en colaboración con el Ayuntamiento ha repartido entre vecinas y vecinos un díptico que contiene un sermón y un texto que contextualizan la decisión. Acompaña a esos textos una mascarilla con motivos que identifican a la Villa y su Carnaval, como recuerdo de que debemos cuidarnos y como voluntad de que "más pronto que tarde retomaremos la celebración de esta vieja tradición".