El emblemático musgo de la Virgen Blanca, aquel en el que se puede leer Vitoria-Gasteiz y que es ya un icono de la ciudad en el que vecinos y foráneos aprovechan para sacarse fotografías para el recuerdo, ha sido retirado este jueves, como cada año, para someterse a su revisión anual.

El césped con el que se sustituyó al material original de 2012 -musgo de Chile, una especie protegida-, no requiere tanto mantenimiento que el anterior, aunque en la ciudad muchos siguen nombrando a esta escultura vegetal como el musgo de la Virgen Blanca.

Desde el consistorio, Ainhoa Etxeandia, directora de Movilidad y Espacio Público, ha recordado que lo han retirado este jueves a las 8.00 horas y que, debido a su considerable peso (cerca de 7.000 kilos), han tenido que hacerlo con una grúa. "La retirada se ha producido con normalidad", ha explicado. En cuanto a plazos, barajan un lapso de diez días. "Es posible que para finales de la semana que viene esté, pero rondamos en esas fechas", afirma ella.

Esta escultura se retira todos los años, desde 2012, para su mantenimiento.Sin embargo, para esta labor aprovechaban normalmente las fiestas de la Virgen Blanca, ya que por motivos de seguridad el objetivo era también dejar la plaza lo más despejada posible.

Semanalmente, se le hace además un seguimiento, pero luego está ese mantenimiento anual que se hace en fiestas, y por eso muchos vecinos lo asocian con ese evento."Este año, como con motivo de la pandemia no ha habido fiestas, se ha dejado allí todo el verano y ahora que ha pasado un tiempo prudencial y también la nevada, hemos pensado que era un buen momento hacerlo esta semana", recuerda.

Por eso, antes de primavera han aprovechado la ocasión para hacer esa puesta a punto, esa labor de mantenimiento y conservación. Miran el refuerzo de la estructura, reponen la vegetación en zonas donde es necesario, etc. "A la gente le va a sorprender, porque nunca se ha hecho en estas fechas", reconoce Etxeandia. Y es que se ha convertido en un icono de la ciudad, una postal emblemática para llevarse como recuerdo.

Césped

A esta escultura pueden afectarle tanto las temperaturas cálidas en verano como las frías en invierno, pero al ser césped el sistema de riego es adecuado. Está en la parte superior de la escultura, hay unos pequeños difusores que riegan por gravedad -hacia abajo- y por capilaridad -va moviéndose transversalmente-. Las temperaturas muy frías -recuerda Ainhoa- le afectan, y las muy cálidas también, pero la labor de los jardineros es saber regar en el momento justo.

"Este año que ha nevado, de hecho, la nieve de alguna manera lo que hace es empapar y humedecer, por lo que el sistema de riego no ha hecho falta. Es césped común, por lo que no necesita un especial cuidado", subraya. Tampoco, en los años que lleva allí, ha sufrido plagas ni eventos significativos. Sí reconoce que en alguna ocasión hay alguien que saca la foto y se lleva un trozo, y ese cuadrante hay que reponerlo, pero no ha habido incidencias. "Es muy sencillo de mantener y mantiene muy bien el verdor", recuerda finalmente.