itoria se ha vestido de luz para sembrar la ilusión entre los alaveses. Si una imagen vale más que mil palabras, la estampa de ayer reflejaba felicidad y se repetía en cada familia que se acercó al polideportivo de Mendizorrotza para ver a los Reyes Magos; ilusión, sorpresa y sobre todo, nerviosísimo. Y es que fieles a su cita con Álava, Melchor, Gaspar y Baltasar ya están en la ciudad desde ayer, y aunque de una manera excepcional por no celebrarse la cabalgata, no se han querido perder los besos a distancia que cientos de niños y niñas les enviaron y la ilusión en la mirada de cada ciudadano. Hoy continúan esas visitas con invitación y aforo limitado y espectáculos programados por el Ayuntamiento de Gasteiz con el objetivo de poder llegar así al máximo número de ciudadanos posibles. Las visitas de hoy tendrán lugar a las 10.00, 12.00, 14.00, 16.00, 18.00 y 20.00 horas, y concretamente, la visita de las seis de la tarde podrá seguirse online vía streaming por la web municipal. En total, el Consistorio gasteiztarra ha repartido 4.800 invitaciones.

Una de esas invitaciones la adquirió Ariane, una niña de tan solo cuatro años, que amaneció ayer nerviosa, angustiada pero también ilusionada repitiéndose a sí misma que ella ha sido una niña muy buena y que se merece el reloj inteligente de color frambuesa que ha pedido. Con una hora de antelación, a las once de la mañana, ya hacía cola para entrar al polideportivo de Mendizorrotza junto a su amama María, ambas sujetando con fuerza la carta para Sus Majestades. Llegaron desde Salburua pero a esta familia les parecía tener que recorrer miles de kilómetros andando y peleando con la nieve, por lo que a las diez en punto salieron de casa: "No aguantábamos más, nos daba miedo que no pudiéramos venir por la nieve y que la niña se quedara sin echar su carta", explicaba la entusiasmada amama. "He sido una niña súper buena, y aún estando mucho tiempo en casa, me he portado muy bien. Mi ama dice que Gaspar me hará caso y me traerá mi regalo", respondía Ariane casi a modo de ruego.

Muy cerca de ellas, otra familia, también de Salburua, repasaba su lista de deseos antes de entregar las cinco cartas que tenían preparadas para los Reyes de Oriente. Era el caso de Eric y Esther que junto a sus tres hijos de siete, cinco y dos años, hacían malabares para conseguir tranquilizar a los tres pequeños sin que el nerviosismo venciera con ellos. "Hemos pasado unas Navidades muy tranquilos, los cinco juntos junto a mi ama, así que hemos sido precavidos. Y nos hacía mucha ilusión venir en familia también a ver los Reyes Magos, porque este año con el confinamiento, hemos demostrado tener paciencia y que han sido muy buenos niños", comentaba la amatxu mientras sujetaba al pequeño para que no chupara la barandilla colocada en la puerta para hacer una fila única.

Teo, de cuatro años, su hermana Ayala de tres y Vicky, la madre, llegaron alrededor de las once y veinte, hasta 40 minutos antes de dar inicio al espectáculo, pero aún así llegaron apresurados por si andaban tarde. "Acabamos de llegar casi a prisas porque no queremos dejar pasar la oportunidad de dejar nuestra carta para pedir nuestros regalos a los Reyes Magos", explicaba Vicky. Concretamente, sus peticiones iban dirigidas a Gaspar. "A Olentzero también le pedimos un regalo que nos trajo, y ahora solo vamos a pedir uno más, no queremos abusar ni ser demasiado pedigüeños", detallaba.

Y es que este año los niños y niñas alavesas han aprendido a compartir más momentos con la familia conviviente, a querer más y, tal vez, a pedir menos. En el caso de Oliver, un niño de ocho años, se conforma con que mañana los Reyes Magos le traigan ropa, que le hace falta, y ahorre así ese dinero a su aita y a su ama: "Olentzero se portó muy bien así que a los Reyes Magos les he pedido ropa", explicaba y comentaba con voz un poco más baja "...y un juego de la Nintendo", Su hermano Luka, de tan solo tres añitos, mostraba más inquietud que él dando vueltas alrededor de su madre sin decidirse por un sitio fijo. "Están nerviosos y con ganas de entrar para ver el espectáculo, tener cerca a Melchor, Gaspar y Baltasar y aunque este año no haya cabalgata, estamos contentos de tener esta opción que a ellos también les sirve", opinaba la madre. En el caso de Luka su carta era algo más ambiciosa que la de su hermano, y pedía unos "animalitos de la jungla y una cocinita para jugar". Y pese a la diferencia de edad entre un hermano y otro, ambos mostraban seguridad y contundencia a la hora de pedir sus regalos: "Este año lo han tenido muy claro", reía el aita de los pequeños. Y mientras ellos avanzaban en la cola que se había formado con antelación, Zoe y Axel, junto a su aita y ama, también caminaban hacia sus sillas con paso firme, en especial Zoe, de tres años: "Yo quiero un dinosaurio que muerde y una muñeca, pero de las que anda, ¿eh?", se repetía. Su ama la calmaba asegurando que sí, que los Reyes le harían caso, mientras que su aita le repetía que, tal vez, un dinosaurio que muerde no fuera la mejor opción.

Y si Oliver se conforma con ropa -y un juego para la Nintendo- Ian y Alba pedían mucho más regalos, por si colaba. "Han pedido algunos cuantos regalos y Olentzero también les trajo algunos de la lista...", explicaba la amatxu a la par que la amama interrumpía: "Han pedido algunos regalos sí, pero este año los niños se merecen la ilusión de recibir lo que han pedido porque han demostrado mucha paciencia y mucho saber estar durante el confinamiento", explicaba para zanjar que sus nietos se merecían cumplir con la lista de deseos que entregarían a Sus Majestades. Y, tras ellos, niños de todas las edades, con sus familiares adultos iban llegando con sus cartas de ilusiones, tapados con abrigos y bufandas para protegerse del frío de la nieve y, sobre todo y ante todo, cargados de energía y llenos de ilusión. Ya están aquí los Reyes Magos.

"Quiero un dinosaurio que muerde y también una muñeca. Pero de las que anda, ¿eh?"

"Olentzero se portó bien así que a hora solo hemos pedido ropa... y un juego para la Nintendo"

"A Olentzero le pedimos un regalo cada uno y a los Reyes Magos solo les vamos a pedir uno más"

"Hemos pasado las Navidades muy tranquilos en familia y tenemos la ilusión de ver a los Reyes Magos"

"A los Reyes le hemos pedido algunos cuantos regalos y Olentzero también nos trajo cositas"