- Félix Ortiz de Zárate, presidente de la asociación provincial de pensionistas, jubilados y viudas de Álava Las Cuatro Torres, asegura que las personas mayores “son muy responsables” y que llevan mascarilla, salvo algunas, que por problemas respiratorios, no pueden usarlas pero buscan otros métodos para cubrir sus rostros y protegerse de la covid-19 siempre que salen a la calle. Pide, asimismo, que todo el mundo respete las medidas para proteger también en ese sentido a todas aquellas personas que no pueden protegerse.

¿En la asociación conoce si hay personas que por problemas respiratorios no puedan usar mascarilla?

-Conozco varias personas, sí. He de reconocer que a nosotros, en la oficina, mucho no nos afecta porque lo hemos rehabilitado todo con el fin de que se respete la distancia de seguridad. A la hora de salir a la calle, sin embargo, y dado que somos personas de riesgo, es cierto que debemos cuidarnos mucho, y es muy importante tener las manos limpias y mantener la distancia de seguridad. Lo principal es la distancia. Conozco a gente que por asma no puede usar mascarilla, pero en su lugar llevan una pantalla puesta, y otras utilizan pañuelos para cubrirse la cara.

Aprovechan, entonces, los recursos a su alcance para mantenerse protegidos.

-Es cierto que algunos apenas salen de casa, pero sí veo que las personas mayores somos bastante responsables y usamos la mascarilla o lo que podamos. Al fin y al cabo, viendo lo que está pasando en otras provincias, que están volviendo a confinarse, tenemos que extremar precauciones.

¿La asociación ha podido volver ya a la normalidad?

-Esta es la tercera semana que estamos abiertos, pero si te soy sincero es como si no estuviéramos, porque la gente no viene por aquí por miedo, porque las actividades que teníamos previstas están paradas y sin visos de que se puedan reactivar, y por otra cosa muy importante para nosotros; tenemos unas dos mil personas que no han pagado la cuota, y el año que viene cuando vengan a pagarla no les vamos a cobrar este año, porque como no ha habido nada, no merece la pena pagar. La cuota anual son nueve euros. Hace poco es cierto que vinieron a preguntar por las actividades algunos socios, pero les dijimos que estaba todo paralizado. Está todo parado, y nosotros siendo grupo de riesgo, con más razón.

Por lo que cuenta, el miedo sigue estando presente dado que son un colectivo de riesgo.

-El otro día tuvimos una reunión de la federación -Gipuzkoa, Bizkaia y nosotros-, y siempre se hace en la central de San Sebastián. La hicimos al final en Eibar, y hablando nos decían que la gente no va por miedo. En Eibar, una ciudad de 26.000 habitantes, tienen 1.600 socios, y no va nadie. Aquí nos pasa igual; nosotros que tenemos 20.000, te puedes imaginar.

¿Y en relación a las comarcales, cómo está la situación en los valles alaveses? ¿Les cuentan los presidentes cómo están viviendo este nuevo día a día?

-Tenemos un total de 18 comarcales, 18 centros en distintos pueblos como Amurrio, Artziniega, Laguardia, Lanciego, Labastida, Nanclares, Agurain, Aramaiona, etc. En todos esos sitios tenemos un centro de jubilados y lo que me dicen los presidentes es que “esto está muerto, no viene nadie aunque abramos”. No es miedo, es pánico, y las personas mayores, como somos así, tenemos todavía más miedo.

Habla de que hay usuarios que tienen miedo de salir a la calle en estos momentos. ¿Usted, que va a la sede de la asociación, también tiene cierto temor?

-Yo no tengo miedo, nací en la torre medieval de Martioda (ríe). Respeto siempre hay que tener, por supuesto, pero no se puede andar por la vida con miedo. Hay que tomar las precauciones, obviamente. Cuando sales a andar o a hacer ejercicio, mantienes la distancia, no te arrimas a la gente y cuando te acercas a alguien te pones la mascarilla. Aquí en la asociación, además, como tenemos las cristaleras estamos protegidos, y ya si tienes que hablar con alguien y sales a atenderlo fuera de la cristalera tenemos marcas en el suelo y guardamos dos metros y medio.

¿Existe algún otro factor por el que las personas usuarias ya no acudan tanto como antes a los centros? ¿Les han trasladado alguna otra razón que en estos momentos de nueva normalidad les estén determinando a la hora de acudir?

-Es cierto que, además del miedo hay otras razones. También están, por ejemplo, quienes ahora, después de la pandemia y habiendo vuelto sus hijos e hijas a incorporarse de forma activa al mundo laboral, tienen que cuidar de los más pequeños porque en estos momentos y con la situación que estamos viviendo no van al colegio, o las personas que tienen a sus hijos en el paro y tienen que hacerse cargo de todos los gastos.

Hace unos días, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA publicaba los comunicados que desde la asociación han compartido con peticiones para los partidos con el fin de proteger y dar voz a las personas mayores. ¿Cuál es, en su opinión, la situación actual de las personas mayores en ese sentido?

-Hace quince días, por videoconferencia, tuvimos una entrevista los presidentes de las provincias con los diferentes partidos con representación en el Parlamento Vasco y en ella les reclamamos tres cosas importantes. La primera, que nos blinden las pensiones; la segunda, que a la mayor brevedad convoquen el consejo de mayores y podamos estar en él las propias personas mayores; y por último que se reactive el pacto de Toledo en el que también les recordamos que tenemos que estar los mayores. Algo que a nosotros nos parece curioso es que en los programas no hacen referencia a las personas mayores.

Como asociación, ¿han estimado o hecho un cálculo de cómo le va a afectar esta crisis que estamos viviendo a Las Cuatro Torres?

-Debo decir que a nosotros nos va a afectar en muchas cosas. En primer lugar, y al no tener actividades, la gente no viene. No hacemos actividad ninguna. Para nosotros es un palo gordísimo, porque cantidad de gente viene a decirnos que algunos van a las playas y que por qué nosotros no lo hacemos. Yo les digo que nosotros no podemos hacerlas, porque si vamos a la playa y ahora con la limitación de aforo que existe no podemos entrar porque está ocupada a ver qué hacemos, y también está el hecho de a ver dónde comemos, si tenemos que llevar bocadillos todos o qué. Es un cristo todo, y por eso no estamos haciendo estas actividades.

Hablando de las actividades, hace unas semanas hablaba de que estaban en conversaciones con la Diputación para retomar, si fuera posible, algunas de ellas de cara a octubre. ¿Hay alguna novedad a ese respecto?

-La última vez comentamos que queríamos hacer el curso de risoterapia, y la propia Diputación nos recomendó que si lo hacíamos, todos los días sería obligatorio contratar un equipo de limpieza para que descontamine durante todo el curso la sala. Sin embargo, de momento lo tenemos todo parado y hasta septiembre creo que no va a haber nada. Eso sí, me temo que viendo todo lo que está ocurriendo en otras comunidades autónomas, donde en lugar de bajar está subiendo el número de casos y se están confinando de nuevo, no nos van a dejar hacer nada. Creo que va a ser un año sabático el que tenemos. Es que además somos, como te digo, un grupo de riesgo, y tenemos que tener mucho más cuidado con todo lo que hacemos. Si te das cuenta, cuando vas por la calle, los que llevamos mascarilla somos las personas mayores, porque tenemos que garantizarnos esa seguridad.

Habla de que las personas mayores son responsables. ¿Tiene algún consejo también para ellas a la hora de salir a la calle?

-La única recomendación es la misma de siempre, que se guarden y respeten las directrices que nos han dado. Si guardamos la distancia, si llevamos la mascarilla cuando no podemos garantizar esa distancia y si nos lavamos bien las manos no tiene que haber ningún problema. El problema llega cuando no se respetan todas estas directrices y eso no se puede hacer. Hay que respetar y cumplir todas las medidas que nos dictan.

“Esta crisis que estamos viviendo a nosotros, a la asociación Las Cuatro Torres, nos va a afectar en muchas cosas”

“Viendo lo que está ocurriendo en otras comunidades, me temo que este año va a ser al final sabático”

“Las personas mayores somos un grupo de riesgo, y por eso tenemos que tener más cuidado con todas las cosas que hacemos”