urante mucho tiempo se habló en Vitoria de este partido, incluso mediados los años 70 en los corrillos de aficionados veteranos se rememoraba el encuentro. El 21 de marzo de 1954 la pequeña Gasteiz de 55.000 mil habitantes, aproximadamente, quedó totalmente colapsada por un partido de fútbol, un derbi, un clásico, un Deportivo Alavés-Barakaldo, que se jugaban, prácticamente, el ascenso a Primera División. Bares, restaurantes, casas de comidas, calles, avenidas, aceras, aparcamientos... todo quedó completamente atestado, como no se recordaba anteriormente, debido a la avalancha de aficionados, miles procedentes de Barakaldo, que llegaron a Vitoria para presenciar el citado encuentro.

En la semana previa al partido, los socios -el encuentro ha sido declarado Día del Club por la Directiva- han retirado al 100%, más o menos, sus entradas. A Barakaldo se remiten 3.200 localidades y desde la población vizcaína se solicitan más. De muchos lugares alaveses, Santa Cruz de Campezo, Salvatierra, Araya, Amurrio, Llodio, Murguía... se organizan viajes. La Directiva se ve desbordada y solicita a la autoridad la posibilidad de poner sillas alrededor del terreno de juego, petición que es autorizada. Se ganan 350 localidades más. Desde La Rioja, Miranda, Alto Deba, Federaciones y clubes de Fútbol, todos quieren estar en el campo del Paseo de Cervantes.

Las puertas del campo se abren dos horas antes, para evitar los nervios del último momento. El lleno en el campo es colosal, como no se recuerda otro en Mendizorroza, hasta entonces, en toda su historia. Se baraja una cifra cercana a los 20.000 espectadores. ¡Una barbaridad! Mendizorroza, entonces, podría tener un aforo en torno a los 12.000 espectadores. Se ha vendido todo el billetaje y casi se duplica el número de asistentes. No hay desgracias personales, porque la fortuna sonríe a los presentes. Antes de comenzar el encuentro se producen varias avalanchas en la zona de general, solamente hay que lamentar algunos rasguños. La Policía Armada ayuda a los espectadores a invadir el terreno de juego y ocupar gradas en otras zonas del campo. Un buen número de aficionados, sin entradas, arremeten contra una de las puertas y entran al campo.

Tras el partido, la Policía Municipal de Vitoria emitirá un informe en el que indica el número de vehículos aparcados cerca de Mendizorroza: 556 unidades entre turismos, autobuses, camionetas, furgonetas, motocicletas y bicicletas. Hay que añadir los que han llegado en los ferrocarriles del Vasconavarro y del Norte. Ambos equipos quedan concentrados de vísperas: el Alavés en Salvatierra y el Barakaldo en Murguía.

Con este partido quedan seis encuentros por jugarse, doce puntos, y el Barakaldo lidera la tabla de Segunda en su Grupo Norte, con un punto de ventaja sobre el segundo, Deportivo Alavés. El que gane habrá dado un buen paso para el ascenso, los albiazules ganaron en Lasesarre (0-3) en la primera vuelta, pero nunca será letal el encuentro y ningún equipo ascenderá en Mendizorroza, ya que aún restarán diez puntos por disputarse.

En un encuentro, duro, fuerte, viril, pero noble, el Deportivo Alavés logra la victoria (2- 1). El capitán Erezuma, de falta directa, adelanta a los albiazules, pero un minuto más tarde Óscar Panizo empata. Se llega al descanso (1-1). Las espadas en todo lo alto. En la segunda parte el delantero centro alavesista, Remacha, marca el gol de la victoria y los dos puntos se quedan en Mendizorroza. Quedan cinco jornadas por disputarse, el Deportivo Alavés recupera el liderato, adelanta en un punto al Barakaldo, pero quedan diez por jugarse. ¡Los corazones tienen que seguir sufriendo!.

ENSAYO GENERAL

Todo lo que se vivió frente al Barakaldo, se elevaría al cuadrado dos años más tarde, 15 de abril de 1956, con la visita del Athletic Club en Primera. El partido tuvo que ser aplazado, ya que un buen número de los 25.000 espectadores, tuvieron que ubicarse en el terreno de juego.

VICTORIA

La victoria fue decisiva para el Alavés, que en los cinco partidos restantes sumó 5 puntos (2 victorias, 1 empate y 2 derrotas). El Barakaldo solo sumó 3 (1 victoria, 1 empate y 3 derrotas). El ascenso se fraguó en Mendizorroza.

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