Alavés 1-1 Celta: tablas y bostezos en Mendizorroza

Se le resiste la victoria al Deportivo Alavés en Mendizorroza. En una velada sin demasiado atractivo, los gasteiztarras no pudieron pasar del empate frente a un Celta que fue de menos a más. Kike García, de penalti, adelantó a los locales en el arranque y Pablo Durán puso las tablas ya en la segunda mitad. A un punto de la zona de descenso, limitada por el Espanyol, se quedan los de Eduardo Coudet superada la 21ª jornada. 

El Chacho es una persona de ideas firmes, y así lo demuestra el escaso movimiento en el once en las últimas jornadas. En esta ocasión, la única novedad de inicio fue la presencia de Carlos Protesoni en el doble pivote. Una variación, además, obligada. Sin Antonio Blanco ni Joan Jordán, el técnico argentino solo podía colocar junto a Ander Guevara al propio uruguayo o a Jon Guridi, retrasando su demarcación habitual. 

La noche comenzó de la mejor manera posible para los intereses del Alavés. En una de las primeras acciones, cuando corría el minuto 4, Fran Beltrán tocó el balón con la mano dentro de su área y Hernández Maeso señaló los once metros tras revisar la jugada en el VAR. Por supuesto, Kike García asumió la responsabilidad y no perdonó (0-1), adelantando a los locales mientras algunos fieles todavía buscaban su sitio en la grada.

A partir de ese momento, ya con el marcador a su favor, los babazorros bajaron el ritmo del encuentro. Sin renunciar al ataque, pero impidiendo que el Celta elaborase su juego combinativo. Esa intención del Glorioso tuvo como resultado una primera mitad soporífera, más aún siendo el partido un lunes a las 21.00 horas. Fueron muchos los bostezos que se vieron en Mendizorroza, donde se juntaron apenas 13.613 aficionados. 

Ahora bien, que pasara poco o nada sobre el césped no quiere decir que el Alavés no estuviera bien. Los del Chacho, en realidad, hicieron lo que tenían que hacer. No había necesidad de arriesgar y eran conscientes de que, si esperaban su momento, tendrían su oportunidad para volver a golpear. Esta, eso sí, no fue antes del descanso. La acción del gol fue lo único reseñable por ambas partes en ataque durante los primeros 45 minutos.

Mérito de ello tuvo, eso es cierto, lo bien plantados que estuvieron los albiazules, con Protesoni abarcando mucho campo. Jesús Owono no se sintió en peligro en ningún momento y los gestos de frustración se repitieron una y otra vez entre los celestes. Una pena que, al responder, el conjunto gasteiztarra tampoco mostrara demasiado acierto en las transiciones. La mayoría de combinaciones murieron sin llegar al área de Guaita.

VARAPALO EN LA SEGUNDA MITAD

El segundo tiempo sí que arrancó más animado, gracias en parte a los cambios de Claudio Giráldez. Swedberg, nada más saltar al verde, probó a Owono con un interesante disparo desde la frontal y el Alavés respondió con otra ocasión todavía más clara. Carlos Vicente lo hizo todo bien al contragolpe, llegando casi a línea de fondo, y le dejó el gol en bandeja a Guridi. Al de Azpeitia, sin embargo, se le hizo de noche dentro del área.

Hubo calma en los minutos posteriores, pero el Celta fue ganando protagonismo a medida que avanzaba la noche. Y esa tendencia acabó en desgracia: Pablo Durán probó de volea desde la frontal y Owono no acertó a despejar el balón (1-1, min.66). Pudo hacer bastante más el guardameta babazorro en esa acción. Ahí decidió Coudet agitar el árbol. Carlos Martín (Conechny) y Asier Vallibre (Protesoni) fueron los primeros revulsivos.

Los cambios, no obstante, apenas dieron rendimiento y los últimos compases de la velada transcurrieron sin oportunidades para decantar la balanza. Ni siquiera la entrada de Toni Martínez (Kike), ya en la prolongación, tuvo incidencia en el transcurso hasta el empate. No le queda otra al Alavés que pensar en el Barça y esperar a la visita del Getafe para tratar de romper la mala racha en Mendizorroza, donde no gana desde el 1 de noviembre.