El primer regalo de Navidad para el Deportivo Alavés llega con Facundo Garcés. Desde el 1 de enero, el central argentino será a pleno derecho futbolista babazorro. Así pues, el de Santa Fe estará disponible para ejercitarse junto al resto de sus compañeros en Ibaia y apuntalar una retaguardia que no termina de consolidarse como una línea solvente.

La competencia en la defensa se endurece tras la llegada de Facundo Garcés, quien constituía una pieza clave de Colón hasta que se vio perjudicado por un cruce de intereses entre el propio club, quien fuera su agente y las dificultades para recalar en Mendizorroza sin abonar un traspaso. En cualquier caso, si bien es cierto que el zaguero se ha ejercitado de manera individual en Argentina, donde se ha visto apartado del resto del equipo, es evidente que la adaptación a Vitoria entraña serias dificultades.

La más evidente de ellas es que Facundo Garcés no juega un partido desde el 1 de diciembre de 2023. Lleva más de un año sin vestirse de corto con la carga que ello conlleva para un futbolista de élite. Si el salto del fútbol sudamericano al europeo suele incluir diversos desafíos a nivel de ritmo y conceptos, tal y como le está sucediendo en la actualidad a Conechny, las dificultades se duplican al haber perdido el ritmo competitivo en todo un año.

Facundo Garcés no juega un partido desde el 1 de diciembre de 2023, una cuestión que entraña más desafíos en su adaptación

Más variantes

Ahora bien, en cuanto Facundo Garcés logre su ansiada puesta a punto, lo positivo es que el Chacho Coudet tendrá disponible a un integrante más para su retaguardia. Una defensa que, por cierto, es la segunda que más goles (30) concede en el campeonato junto a la del Espanyol y Villarreal. El técnico argentino dispone, como centrales puros, de Abqar, Sedlar, Mouriño, Pica y desde el 1 de enero al propio Garcés. Y como parches, es decir, jugadores que merced a su polivalencia pueden desenvolverse en el eje de la zaga, también figuran Moussa Diarra y Nahuel Tenaglia.

El perfil de Garcés, a priori, es lo que necesita el endeble Deportivo Alavés. Entre las virtudes que el conjunto vitoriano destaca de su flamante incorporación se encuentran “la contundencia defensiva, la altura para la definición en la estrategia y el control en la salida de balón”.

En su primer mes como técnico del Deportivo Alavés, Coudet ha definido un primer esbozo de su prototipo de retaguardia. El eje de la zaga lo componen Abqar y Mouriño, a quienes acompañan en los costados Nahuel Tenaglia y Diarra. Es cierto que en la última jornada, frente al Valencia, Manu Sánchez ocupó el lateral izquierdo, pero dicha variante se dio ya que el técnico argentino dispuso una línea de cinco defensas en la que Diarra y Pica ocuparon el centro de la defensa junto a Abqar.

En este sentido, el principal perjudicado tras el cambio de inquilino en el banquillo de Mendizorroza es Aleksandar Sedlar. El zaguero serbio llegó al Deportivo Alavés de la mano de Luis García en la campaña 2022-23. Conocido por el técnico madrileño de su etapa en el Mallorca, Sedlar pronto lideró la retaguardia gracias a su rigor defensivo y sus escasas concesiones atrás.

Sin embargo, la grave lesión sufrida en noviembre de 2023, en un curso en el que se estaba reivindicando en la máxima categoría, cortó por completo su trascendencia en las filas vitorianas. Su regreso, en esta temporada, no resulta especialmente positivo para el ‘brate’. Tan solo ha disputado 425 minutos en liga y 10 de ellos han sido bajo la dirección de Coudet.

Abqar y Santiago Mouriño son los dos centrales fijos en el primer esbozo realizado por Coudet tra su llegada al banquillo de Mendizorroza

De hecho, Sedlar no es titular desde el pasado 28 de septiembre, fecha en la que el Deportivo Alavés perdió a domicilio ante el Getafe. No en vano, en la visita al Coliseum, el serbio cayó lesionado y no volvió a jugar hasta el 23 de noviembre en el Metropolitano. Con el técnico argentino, Pica ha adquirido más relevancia que él ya que el salmantino fue titular frente al Valencia.

En consecuencia, Abdel Abqar y Santiago Mouriño son los dos encargados de liderar el eje de la zaga. El central marroquí solo se ha perdido un compromiso liguero por sanción y, bajo las órdenes de Coudet, no ha descansado un solo minuto en el campeonato doméstico. Queda claro que Abqar constituye una pieza indiscutible en las filas vitorianas y queda por ver, en definitiva, quién se convierte en su mejor acompañante.

Por el momento, ese rol lo asume Santiago Mouriño. El uruguayo no compareció en el empate ante el Valencia ya que su estado físico no se lo permitió, pero ha dado un paso al frente tras el cambio de entrenador. Fue titular en el choque frente a Osasuna –el estreno de Coudet en liga– e hizo lo propio en el valioso empate logrado ante el Athletic. Mouriño, además, puede desenvolverse en el lateral derecho, lo que brinda un abanico de recursos mayor al Chacho.

Finalmente, si los contratiempos en la retaguardia obligan a reajustar la defensa, tanto Tenaglia como Diarra pueden ejercer de centrales dada su versatilidad. El maliense cumplió con creces en su cometido en Mestalla y Tenaglia, por su parte, también lo ha hecho en reiteradas ocasiones cuando ha tenido encomendada la tarea de ocupar el centro de la zaga.