La lluvia volvió a ser un invitado inesperado durante el encuentro del domingo ante el Rayo Vallecano en Mendizorroza y las temibles goteras hicieron que, una vez más, muchos aficionados mostraran su descontento al encontrarse sus asientos mojados.

Se trata de un problema estructural que se repite desde hace ya varios años en el recinto ubicado en el Paseo de Cervantes. Y por todos es sabido también que el origen es el mal estado del tejado del estadio de Mendizorroza, una problemática pendiente de solución que obliga a los seguidores albiazules, cada vez que aparece la lluvia, a armarse de paciencia e ir equipados con paraguas y chubasqueros.

Imagen de asientos mojados en Mendizorroza Redacción DNA

Una cubierta que no cubre

Los más afectados suelen ser los ubicados en una parte de la Tribuna Principal y los del fondo de Cervantes, donde por cierto este domingo una aficionada se sintió indispuesta al final de la primera parte teniendo que ser detenido el partido por espacio de cinco minutos.

Además, se mojan no los más expuestos a las inclemencias por no estar tapados por la techumbre, como sería lo lógico, sino los aficionados de las últimas filas donde, se supone, es imposible ser víctima de la lluvia.

Un proyecto paralizado

El Alavés y el Ayuntamiento, propietario del campo, llevan tiempo debatiendo sobre el urgente e imprescindible arreglo de la cubierta sin alcanzar el ansiado acuerdo.

La reparación de las goteras formaba parte del proyecto de remodelación de Mendizorroza que el Alavés presentó en su momento a las instituciones.

Bingen Zupiria, Ramiro González, Gorka Urtaran y Alfonso Fernández de Trocóniz tras la firma del acuerdo para financiar la reforma de Mendizorroza Jorge Muñoz

Este contemplaba aumentar su aforo hasta los 27.000 espectadores y poner fin, además, a los graves problemas estructurales motivados por la longevidad del estadio, construido en 1924, aunque con reformas posteriores.

El presupuesto se estimó en 55 millones de euros, con una financiación repartida en 33 millones que aportaría el club albiazul, 8 el Ayuntamiento, 7 el Gobierno Vasco y otros 7 la Diputación Foral de Álava.