El Deportivo Alavés cayó con honor este domingo en Montjuic tras hacer uno de los mejores partidos de la temporada en el que puso en jaque al inestable Barcelona. Sin embargo, se le escurrieron los tres puntos de las manos por su falta de efectividad en la primera mitad, una imprudencia de Abqar bien avanzado el encuentro y también un posible error arbitral que mantiene al alavesismo de uñas.
En el tiempo de descuento, una falta botada por Hagi al área no encontró rematador, pero en la repetición se observa cómo el balón toca con claridad en la mano de Oriol Romeu. Debió ser penalti si lo hubiese revisado el VAR, pero Busquets Ferrer decretó un polémico fuera de juego que las imágenes no detectaron con claridad.
Ahí quedaron enterradas las últimas esperanzas de un Alavés que dio la cara de manera magnífica y durante muchos momentos tuteó al Barcelona gracias a una notable disposición táctica y grandes dosis de rigor defensivo.
Previamente el colegiado balear sí señaló un claro e inocente penalti de Abqar sobre Ferran Torres que, a la postre, dio el triunfo al conjunto catalán. Fue una imprudencia del central marroquí, que no vio al ex del City llegando desde atrás, le derribó e incurrió así en su segundo penalti de la temporada tras el cometido en la tercera jornada liguera en el Coliseum ante el Getafe por sacar el brazo en una disputa área.