La última bala del ascenso a Primera tiene como punto de partida el Ciutat de València. El capricho del destino ha llevado al Glorioso a jugarse el billete a la máxima categoría en el mismo estadio donde, hace poco más de un año, consumó su fatídico descenso a Segunda. Ahora, tras 45 duelos ligueros donde el Alavés ha recuperado la unión con la masa social gracias a su compromiso e inestimable esfuerzo, ha llegado el momento para que los pupilos de Luis García den la estocada final.

Desde las 21.00 horas se vivirá un duelo a vida o muerte en el feudo granota. Con la tensión que conlleva una final por el ascenso, al Alavés tan solo le valdrá el triunfo para volver a teñir la Plaza de la Virgen Blanca de azul y blanco. El Levante, al que el cuadro vitoriano ha sido incapaz de vencer en las tres ocasiones en las que se han visto las caras, tendrá a su favor el aliento de un Ciutat de Valencia que apunta al lleno y, también, un empate favorable del partido de ida disputado en Mendizorroza.

En este sentido, el Glorioso tendrá que hacer frente a varias circunstancias que están a favor del conjunto de Calleja. Entre ellas, su condición de local y un hipotético empate que, en ese caso, brindaría el billete a Primera a los levantinos. Al igual que en la visita a Gran Canaria, el Alavés tendrá que madurar el partido, encontrar su ritmo y, sobre todo, recuperar la precisión de cara a portería. La efectividad en ambas áreas será, a fin de cuentas, la llave hacia el ascenso en esta batalla de altos vuelos.

El Levante ha convocado a sus seguidores para una fiesta antes del inicio del partido, por lo que los decibelios en Orriols alcanzarán sus cotas más altas. No en vano, el próximo rival babazorro mantiene a los mismos futbolistas del partido de ida disponibles para el último partido del curso, por lo que el tapete granota se convertirá en una partida de ajedrez donde los errores se pagarán muy caros.

MÁXIMA UNIÓN

Luis García cuenta para la causa con los mismos futbolistas que hace una semana realizaron un gran esfuerzo físico ante el Levante. La sala de máquinas, a la que Salva Sevilla no ha podido llegar a última hora tras la lesión sufrida ante el Eibar, apunta a ser presidida por la misma dupla que en la ida detuvo el poderío físico granota. Benavídez y Moya, de hecho, han impregnado su rigor defensivo y una buena lectura durante sus actuaciones. Quien completará desde el banquillo la rotación de centrocampistas será el canterano Balboa, que aguardarán pacientemente la oportunidad de saltar al tapete de Orriols.

Otra de las novedades tácticas del Alavés en este play off se ha dado en la delantera y las bandas. Luis García ha apostado en los últimos dos duelos ligueros por el desequilibrio de Abde en la banda izquierda, los galones de Rioja a pierna cambiada y la pujanza de Sylla en la punta de ataque, algo que dio sus frutos en la vuelta ante el Eibar. Villalibre, un futbolista capaz de marcar las diferencias cuando asume el papel de revulsivo, también es otro de los nombres propios de este Glorioso.

El principal deber del conjunto vitoriano se encuentra en el acierto ofensivo. El Alavés no ha tenido problemas a la hora de generar jugadas en el último tercio, pero sí que le ha faltado una dosis de precisión para materializar sus ocasiones en el área rival. Por ello mismo, no solo los arietes del conjunto babazorro tienen la obligación de dar un paso al frente, sino que todos aquellos que rondan el campo rival deben afilar su colmillo para no perdonar en el área de Femenías.

Con todo, a partir de las 21.00 horas, el sacrificio realizado desde la primera jornada tanto por el Alavés como el Levante, se verá reducido a un enfrentamiento a vida o muerte. El conjunto dirigido por Luis García, al que solo le vale ganar en el feudo granota para certificar su billete a la máxima categoría, tiene en sus manos una nueva cita para entrar en la historia del club del Paseo de Cervantes.