El Deportivo Alavés no estará solo en la final del Ciutat de Valencia. Aproximadamente 500 seguidores alavesistas acompañarán a los de Luis García en el mismo escenario en el que, hace poco más de un año, no se pudo evitar el fatídico descenso de categoría.

Tras un curso de máxima exigencia y donde el Alavés se ha mantenido entre los seis primeros desde la primera jornada, el alavesismo sigue de cerca a su equipo en el último viaje de la temporada. Durante el periplo en la categoría de plata han sido numerosos los lugares a los que la marea albiazul ha viajado para brindar el aliento desde la grada. Miranda, Zaragoza, Santander, pero en otros destinos más alejados como Gran Canaria, Málaga, Granada o Andorra, el conjunto babazorro siempre ha sentido el respaldo de su hinchada.

Entrada codiciada

La final ante el Levante era una cita que nadie se quiso perder. Pero tan solo unos pocos afortunados pudieron acompañar al Glorioso en su visita al feudo granota. Cerca de 500 almas se dejarán la voz desde el pitido inicial y no dejarán de alentar durante toda la contienda. En un enfrentamiento de alta tensión y donde los nervios juegan malas pasadas, los de Luis García contarán para la causa con el inestimable apoyo de su afición.

El club del Paseo de Cervantes puso a disposición de sus abonados una flota de cinco buses para el viaje hacia Valencia y otros pudieron hacerlo a través de otro medio de transporte. Los menos agraciados, por su parte, acompañaron al Alavés desde la distancia. Los bares de la zona del Ciutat de Valencia y los locales hosteleros de la capital alavesa se tiñeron de azul y blanco, consecuencia de la buena sintonía que ha existido durante este curso entre el equipo y la afición. El buen tiempo, al contrario que en Vitoria, sí que acompañó en Orriols. Por ello, desde primera hora de la mañana se vislumbraron por la playa de La Malvarrosa la presencia de varias camisetas y bufandas albiazules.