Hasta el momento, la llegada del 2023 ha sido sinónimo de buenas noticias en el Paseo de Cervantes. Mientras que el Deportivo Alavés de Luis García está pasando por su mejor momento de la temporada, lo cual le ha permitido meterse de lleno en la pelea por el ascenso directo, el Miniglorias de José Manuel Aira está haciendo lo propio en el grupo 2 de la Segunda RFEF, donde ya se le considera como uno de los grandes rivales a batir.

En concreto, el filial babazorro ha sumado cinco victorias y un empate desde que arrancó el año; es decir, 16 de los últimos 18 puntos en juego. Una racha espectacular –y ligeramente mejor que la del primer equipo–, con la que, asimismo, ha pasado de pelear por la permanencia a hacerlo por el ascenso, pues, en la actualidad, los gasteiztarras (36) ocupan la tercera plaza, solo por detrás del Sestao River (45) y el Utebo (37). 

Cabe recordar, por cierto, que el líder de cada grupo de Segunda RFEF sube de manera directa a la tercera categoría del fútbol estatal y que, además, del segundo al quinto clasificado disputan el clásico play off, donde se reparten las plazas restantes. Algo que, inicialmente, no parecía ser el objetivo del Miniglorias, recién ascendido de Tercera RFEF, pero que, visto el rendimiento de las últimas jornadas, ahora no es ninguna utopía.

Sobre todo, en vista del nivel que está ofreciendo alguna de las jóvenes promesas dirigidas por Aira, quien seguro recomendará su participación en la próxima pretemporada del primer equipo. En este sentido, se puede empezar mencionando el buen hacer del guardameta Adrián Rodríguez, al que ha beneficiado sobremanera el escalón que ha subido Jesús Owono, suplente de Antonio Sivera en la escuadra de Luis García. 

Más adelante, en la retaguardia, Imanol Baz ha dado el paso al frente que le exigía el cambio de categoría y está mostrando su mejor versión para, en el futuro, volver a contar con una oportunidad como la que tuvo en la Copa esta temporada. Asimismo, Eneko Ortiz está brillando en el lateral izquierdo, aunque este deberá competir en verano con Víctor Parada, cuyo rendimiento en el Real Unión, de Primera RFEF, también está siendo positivo.

Y si, como se acaba de mencionar, el capitán gasteiztarra está dando el plus que se esperaba de él, lo mismo está haciendo Tomás Mendes. Tras debutar con el primer equipo el curso pasado, el mediocentro almeriense, un auténtico todoterreno, ha tomado la batuta en la sala de máquinas y ahí, además, ha encontrado en Selu Diallo a su socio ideal. Este último, a todo esto, destacando por su capacidad para sumarse con criterio al ataque.

Para finalizar, en cuanto a la delantera, el extremo diestro Mariano está apretando mucho en el último mes, aunque, al ser del 2001, necesita explotar pronto, y a José de León, con sus altibajos, se le está viendo muy desequilibrante en el costado contrario. Se espera, eso sí, que regrese pronto de su lesión Unai Ropero, muy activo durante el curso, y Maroan, en la posición de nueve, está dejando detalles, y goles, de buen atacante. 

En esa misma posición, igual de interesante va a ser observar la evolución de Joaquín Panichelli. El argentino llegó en enero al Alavés, que lo considera como una de sus apuestas de futuro, y ya ha podido jugar dos partidos con el filial, estrenando su cuenta goleadora en el segundo de ellos. Otro que podría debutar pronto es el central chileno Sebastián Pino, ya de vuelta del Sudamericano Sub-20 disputado en Colombia.

LA CANTERA, IMPORTANTE

Todo lo anterior, sumado a la notable irrupción de Abqar y los buenos minutos de fútbol que están dejando Álex Balboa y Abde Rebbach en el primer equipo, habla muy bien de la labor que está haciendo el Alavés en su cantera. El fútbol base albiazul cada vez es más importante, solo hay que ver la cantidad de profesionales que trabajan en él, y eso nunca va a ser malo para el futuro del club.