A lo largo de este mercado de fichajes de invierno, al que apenas le resta un día para bajar su persiana, los clubes de Segunda División han hecho todo lo posible por mejorar sus plantillas. En este sentido, algunos se han reforzado, como es el caso del Alavés, con el objetivo de mantener la línea de la primera vuelta y otros, por el contrario, lo han hecho con la idea de revertir una mala dinámica que podría meterles en serios problemas; sobre todo, teniendo en cuenta que la exigencia va a ir in crescendo con el paso de las jornadas.

Asier Villalibre, ayer, con el presidente albiazul Alfonso Fernández de Trocóniz. Alavés

Respecto al conjunto babazorro, toda la atención de las últimas horas la ha acaparado Asier Villalibre. El acuerdo con el Athletic, y también el futbolista, era total desde hace varios días y este lunes se hizo oficial la cesión del Búfalo de Gernika hasta el final de la presente temporada. Una operación que, entre otras cosas, se había retrasado por la necesidad de maniobrar con el límite salarial y la petición de Ernesto Valverde de contar con el atacante vizcaíno en los compromisos frente al Valencia en Copa y el Celta en Liga.

En el Paseo de Cervantes esperan que Villalibre pueda ayudar al Alavés a lograr su objetivo de regresar a la élite y, con dicho propósito, se incorporó igualmente a Antonio Blanco, quien, en poco más de dos semanas, se ha adaptado a la perfección al esquema de Luis García Plaza. Por tanto, dos entradas, aunque también se pueden contar los fichajes de Panichelli y Pino, y otras dos salidas (Abdallahi y Taichi Hara) debería dejar este mercado siempre que nada extraño suceda en las próximas horas.

Un número de movimientos bastante escaso, eso es cierto, pero que concuerda con la tendencia que han seguido la gran mayoría de los candidatos al ascenso –además, tampoco la plantilla necesitaba mucho más–. Buena muestra de esto último es que, a expensas de lo que suceda hoy, Las Palmas y el Eibar han realizado un único refuerzo durante la ventana de enero. En concreto, los Pío-pío, que quieren hacerse con Loren Morón, han firmado al mediocentro Wilfrid Kaptoum y los armeros al delantero Juan Carlos Arana.

Cabe destacar, no obstante, que ninguno de los dos mencionados es el que menos se ha movido de la parte alta de la tabla. Ese reconocimiento es para el Levante de Javi Calleja, cuyo deseo desde el 1 de enero siempre ha sido quedarse con la plantilla que ya tenía. Algo que, dado el talento de Primera que aglutinan varios de sus integrantes (Pepelu, Campaña y De Frutos), estuvo en duda durante varias semanas en el Ciutat de Valencia, donde falta ver si los nervios del final no le juegan una mala pasada al técnico exalbiazul.

Quienes sí han acudido al mercado dispuestos a dar un importante empujón a sus filas han sido aquellos que le siguen la pista a los ya citados. Salvo el Granada y el Burgos, que solo han incorporado a Diédhiou y Pol Lozano, por un lado, y a Goldar y Castel, tanto el Albacete (Carlos Isaac, Bolívar y Alonso) como el Leganés (Karrikaburu, Franquesa y Belman) y el Cartagena han superado las tres entradas. Llamativo, especialmente, el caso de los albinegros con un total de seis cesiones: Pêpê, Martos, Poveda, Ureña, Llambrich y Yan Eteki.

Exalbiazules

Por último, en cuanto a nombres dignos de mención, la afición alavesista puede observar que viejos conocidos como Manu Vallejo y Marco Sangalli han encontrado equipo en la categoría de plata. El delantero gaditano, parte del Glorioso durante la segunda mitad de la temporada pasada, se ha marchado al Real Oviedo de Álvaro Cervera, con el que coincidió en el Nuevo Mirandilla; y el extremo donostiarra ha fichado por el Racing de Santander, reciente víctima babazorra en el feudo de Mendizorroza.