El de hoy no ha sido un día cualquiera para Asier Villalibre. Pocas horas después de oficializarse su cesión al Deportivo Alavés, el Búfalo de Gernika se ha plantado en la Ciudad Deportiva José Luis Compañón y, tras presentarse a sus nuevos compañeros, ha completado su primera sesión a las órdenes de Luis García Plaza, quien esperaba con ansía su llegada para apuntalar una plantilla que, ahora sí, nada tiene que envidiar a la de otros rivales. 

Primero en el gimnasio, y más tarde sobre el césped, al atacante vizcaíno se le ha visto sonriente y, sobre todo, motivado. Algo lógico y necesario para afrontar una nueva etapa en la que tanto la afición albiazul, que le ha mostrado su apoyo desde el primer momento, como la rojiblanca esperan que pueda reivindicarse para, por un lado, ayudar al Glorioso en su búsqueda del ascenso y, por el otro, regresar a San Mamés dispuesto a hacerse un sitio.

No será fácil, pues, antes de poder superar a las defensas rivales, va a tener que quitarle minutos a Mamadou Sylla y Miguel de la Fuente, pero cualidades tiene de sobra. Además, su perfil es diferente al de los anteriores. “Me gusta mucho todo lo relacionado con el contacto físico; soy un delantero de los que juega con el cuerpo y va con fuerza a las disputas”, admitía el propio Villalibre en una entrevista con DEIA hace un tiempo.

En esa misma charla, el Búfalo se definió como un hombre de área al que, eso sí, también le gusta “atacar y buscar zonas” en las que recibir. “Me suelen decir que no tengo un estilo muy bonito a la hora de correr y demás, pero pienso que engaño en este sentido. Soy más rápido de lo que parece y sé correr a los espacios”, añadía. Unas cualidades que, a la vista del estilo de juego de Luis García, pueden serle muy útiles al Alavés.

Por aquel entonces, también relación con lo anterior, Villalibre habló de referentes, incluso se comparó con uno de los mejores nueves a nivel internacional de los últimos años: “Me he fijado mucho en Aduriz, pues siempre me ha gustado su forma de estar en el campo. Luis Suárez es otro que me gusta, sobre todo por la forma de desmarcarse. Algunos me han dicho, salvando las distancias, que me parezco a él a la hora de manejar el cuerpo”.

TROMPETAS Y BARBAS

Ahora que ya es albiazul, una instantánea que se han imaginado muchos seguidores babazorros es la del futbolista de Gernika tocando con la trompeta el himno del Glorioso durante la celebración del ascenso a Primera, al igual que hizo cuando el Athletic le ganó la Supercopa de España al Barcelona en 2021. Final en la que, por cierto, él mismo marcó uno de los goles que supusieron la victoria bilbaína en el estadio de La Cartuja. 

Esa afición que Villalibre mostró por la música, eso sí, no fue casualidad. Tras dejar la carrera de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, retomó los estudios de música y trasladó su pasión al vestuario de San Mamés. “Nos hemos juntado seis y hemos formado un grupo. Balenziaga, De Marcos y Vesga tocan la guitarra; Lekue, el bajo; Dani García, la batería y yo, además de la trompeta, también canto”, precisó en su día.

Los videojuegos, por otro lado, son otro de sus entretenimientos favoritos, tal y como pudo comprobarse durante la pandemia, cuando compartió tiempo con distintos streamers. Y respecto a su barba, la cual, a raíz del patrocinio del Alavés con LEA, ha dado pie a la imaginación de los seguidores más activos en las redes sociales, todo hace pensar que seguirá en su sitio salvo que se atreva acabar con ella como promesa del ascenso.

“No me doy cuenta, pero sí que me suelen decir que mi expresión es seria y eso, en parte, es por la barba. Ahora bien, no me veo sin ella, me sentiría raro. Me la empecé a dejar por pereza, por no afeitarme, y estoy pensando en dejármela más larga para hacerme una pequeña trenza con ella”, explicó el propio jugador babazorro en la entrevista, firmada por José Luis Artetxe, que ofreció DEIA.

SU IMAGEN MÁS HUMILDE

Todo lo anterior, sin embargo, no es lo único llamativo de la figura de Asier Villalibre. Al contrario que muchos compañeros de profesión, el de Gernika es ante todo “un tío humilde” y buena muestra de ello, por ejemplo, es una imagen de él que salió a la luz hace menos de dos años. ¿Hay algo mejor que, siendo un futbolista de élite, bajar a la calle a jugar unas pachangas con niños que, seguramente, sean aficionados del equipo que defiendes?