A la hora de revisar todo lo que ha sucedido en torno al Deportivo Alavés a lo largo del mes de octubre, es inevitable señalar el regreso de Víctor Laguardia como el acontecimiento más destacado. Y no solo por la relevancia que ha tenido el defensor maño en la historia reciente del club babazorro, cuya afición no dudó en celebrar su vuelta, sino también por lo que este puede aportar al equipo dirigido por Luis García Plaza, quien había reclamado un refuerzo para el centro de su zaga. 

 No obstante, el proceso por el que han tenido que pasar la entidad gasteiztarra y, sobre todo, Laguardia para compartir de nuevo el mismo no ha sido nada sencillo. Según ha explicado el propio káiser esta mañana en una entrevista con Kiroleros, hubo varios momentos durante el verano en el que su continuidad parecía imposible. Todo ello, como consecuencia de las restricciones económicas impuestas por LaLiga, las cuales casi le obligan a buscar acomodo en alguna competición europea. 

Valoré irme al extranjero, al igual que hicieron excompañeros como Ximo Navarro o Pere Pons, porque en España era muy difícil que algún club pudiera asumir las condiciones económicas mínimas establecidas por la normativa. De todas formas, ninguno de esos proyectos me motivaba y, afortunadamente, Josean Querejeta hizo un esfuerzo para cuadrar mi ficha en el límite salarial, aunque hubo varios momentos, eso sí, en los que estuve muy lejos de poder volver”, ha admitido el defensor aragonés.

En esa misma línea, Laguardia ha comentado que, desde la aparición del covid-19, el esfuerzo que han ido haciendo muchos integrantes de la plantilla ha sido fundamental para ir ajustando los presupuestos salariales del Alavés; y también ha apuntado que las primeras semanas de negociación fueron “tranquilas”, pues ambas partes sabían que iría para largo y, además, el propio Querejeta, pese a que no pudo asegurarle que llegarían a buen puerto, si le dijo que haría “todo lo posible” para que siguiera en Vitoria-Gasteiz.

Posteriormente, el capitán ha hablado de su estado actual en la plantilla y, entre otras cosas, ha subrayado las ganas que tiene de volver a vestir la zamarra albiazul: “Se está viendo un equipo que disfruta y gana, al igual que la afición; sinceramente, estos días en los que les he seguido por televisión me han dado mucha envidia. Ahora bien, aunque estoy ilusionado por jugar, también debo ser consciente de que necesito un proceso de adaptación. No quiero sentarme en el banquillo hasta tener la certeza de poder dar el cien por cien".

Por último, Laguardia se ha referido a Abdel Abqar, la gran sensación en el Glorioso durante las primeras doce jornadas del campeonato, como una persona y jugador “diez”. “Lleva entrando con nosotros bastante tiempo y siempre hemos sabido que tenía algo. Es un chico joven, con mucha fuerza y energía, que escucha todos los consejos que le damos los veteranos y que tiene mucha hambre por llegar lejos”, ha añadido.