El Deportivo Alavés sufrió un serio correctivo en su visita al Alfredo Di Stefano donde media hora magistral de las locales en el inicio de la segunda mitad dieron al traste con el excelente trabajo realizado por las de Mikel Crespo en los primeros cuarenta y cinco minutos, que no sirvieron de nada. Y es que, en la primera parte, las Gloriosas consiguieron aguantar la avalancha de juego de las locales e incluso llegaron a adelantarse en el marcador. Pero ya en la segunda mitad la pegada de las madrileñas las dejaba, una semana mas, sin puntuar y con una goleada de las que duele, más aún cuando el marcador, aunque justo e inapelable, castiga en exceso a las vitorianas, que no merecieron un marcador tan abultado.

Cierto es que desde el inicio del partido el balón fue del Real Madrid, pero el Deportivo Alavés aguantaba bien en defensa, mostrando una gran capacidad de sacrificio y juego en equipo, acudiendo bien a las ayudas y obligando a las madrileñas a probar suerte una y otra vez con disparos lejanos que no creaban ningún peligro. 

Aguantaban las babazorras que, además, veían como Jana conseguía detener el balón sin excesivos problemas en las ocasiones en que las locales disparaban a puerta. Con todo, Feller pudo adelantar a las blancas en un potente disparo que se estrelló en el larguero en la que fue la oportunidad más clara para las locales.

Tampoco renunciaba a nada el conjunto de Mikel Crespo, que trataba de salir al contragolpe buscando la velocidad de Ane Miren. Y cuando parecía que el conjunto local podía adelantarse en el marcador las Gloriosas sacaron petróleo de una jugada de estrategia, un córner que botaba Gema y que Camila cabeceaba al fondo de las mallas para poner el 0-1 en el marcador.

El gol dejó fuera de combate a las madrileñas durante algunos minutos, pero pronto el Real Madrid volvió a la carga con fuerzas renovadas y Athenea, Tere y Feller volvían a probar suerte, aunque todas con disparos desde la frontal del área que Jana abortó sin excesivos problemas. El equipo madrileño fracasaba en su ofensiva y quedaba en evidencia ante el buen trabajo de las de Crespo, que había estudiado el partido con minuciosidad y que conseguía minimizar a un equipo madrileño al que le costaba mucho superar las líneas de un Alavés muy pulcro y ordenado.

Las alavesas empezaban a soñar con la gesta de ganar en el Alfredo Di Stefano, pero el partido dio un giro de 180 grados en la segunda mitad de consecuencias imprevisibles. Las locales salieron a por todas ante un Deportivo Alavés que empezaba a acusar el cansancio y que en el minuto cincuenta y tres veía como Ohale, con un gol en propia meta, empataba el encuentro en una jugada de mala fortuna en la que el balón acababa entrando tras rebotar en varias jugadoras.

Fue un auténtico jarro de agua fría para las de Crespo, que apenas cuatro minutos después encajaban el segundo en contra en una buena jugada de las blancas que culminaba Weir. La escocesa iba a volver a la carga apenas un minuto después, aprovechando un robo de balón para hacer el 3-1. El partido había dado un vuelco contundente y doloroso del que no iba a ser fácil reponerse.

Cinco minutos desastrosos para las albiazules que, pese a todo, no le perdieron la cara al partido. Al menos no hasta que apareció Esther, que saltó al campo en el minuto sesenta y ocho para convertirse en una auténtica pesadilla para las visitantes que, obligadas a buscar la remontada, dejaban ahora mas espacios atrás y facilitaban las transiciones de las blancas.

Apenas hacía cuatro minutos que la cordobesa había saltado al campo cuando conseguía batir a Jana en el rechace de una falta lateral. Estaba en todas partes y apenas un minuto mas tarde convertía el 5-1 en un nuevo contragolpe. El partido estaba completamente roto y, aunque lo intentaba, el Alavés apenas inquietaba la meta contraria. Mientras, Esther seguía haciendo de las suyas y en el 82 firmaba su hat-trick particular poco antes de que Møller cerrase la goleada blanca.