El Deportivo Alavés pondrá rumbo a las Islas Baleares este fin de semana para darle continuidad un comienzo de temporada extraordinario a través del pleno de victorias. Un espaldarazo a la ilusión de Mendizorroza, que el pasado viernes volvió a celebrar, por fin, un triunfo de su equipo para poner de una manera definitiva el punto y final a una temporada infame. Ahora bien, los últimos dos triunfos de los pupilos de Luis García ya forman parte del pasado y el cuadro babazorro, amparado en el espíritu de afrontar el curso “partido a partido”, tiene puestos los focos en el choque del domingo ante el Ibiza a las 22.00 horas. Un rival particular y con una historia que contiene pocas páginas, pero que desde su formación en el 2015 ha escalado categorías desde el fútbol regional hasta la Segunda División de una forma meteórica.

Los tres puntos que estarán en juego en tierras baleares se disputarán ante una escuadra con la que no existen precedentes ni duelos con los que, teóricamente, se podrían medir las fuerzas de ambos contendientes. Toda una incógnita de enfrentamiento entre dos entidades que, a priori, no están confeccionadas para luchar por los mismos objetivos.

El cuadro albiazul, lanzado en la clasificación tras un estreno liguero en el que ha demostrado su fortaleza colectiva y, también, la verticalidad de los atacantes en la zona de tres cuartos, se verá las caras con un rival que encadena con gran ilusión su segundo curso en la categoría de plata. Un modesto que, pese a lograr la permanencia del pasado curso con una holgada distancia de nueve puntos respecto al Amorebieta, no ha arrancado la temporada de la mejor forma posible y ocupa actualmente los puestos de descenso.

Desde su nacimiento en el 2015, la UD Ibiza ha ido escalando categorías desde el fútbol regional hasta la Segunda División

Y es que las primeras jornadas para el conjunto celeste no han sido sencillas. Las derrotas frente al Granada en Can Misses –un rival que presenta su candidatura para regresar a la máxima categoría–, y la Ponferradina –una escuadra siempre complicada a la que superar en su feudo– han hecho caer a los celestes hasta los puestos de descenso por primera vez desde su debut en la categoría.

Dicho de otro modo, el equipo que dirige en los banquillos Javier Baraja ha certificado el peor arranque liguero del club desde la temporada 2015-16. Y es más, la crisis de resultados que arrastra el conjunto balear precede desde el último curso, cuando Paco Jémez era el director de orquesta del Ibiza y cerró la temporada con tres derrotas consecutivas.

Máxima seriedad

Obviando que tanto el Alavés como el Ibiza están confeccionados para competir por objetivos totalmente opuestos, la Segunda División es experta en romper los pronósticos y en deparar sorpresas cada jornada. Por ello, los pupilos de Luis García, que mantienen los pies firmes en el suelo pese a su excelente dinámica, afrontan el viaje a “la isla blanca” como una oportunidad idílica para continuar una semana más en la cúspide de la clasificación.

Aunque la distancia entre ambos sea de seis puntos, no será una tarea sencilla. El cuadro ibicenco reúne en sus filas a jóvenes talentos que están aún por pulir como Suleiman Camara –un puñal en el extremo izquierdo–, Shashoua, Javi Vázquez e Isma Ruiz, más otros como Pape Diop, quien reúne la veteranía necesaria para competir en la categoría de plata y que ya sabe lo que es enfrentarse al Glorioso a raíz de su etapa en el Eibar.