Aunque nadie pone en duda que las posibilidades del Deportivo Alavés de luchar por el ascenso pasarán, sobre todo, por su capacidad para hacer de Mendizorroza un fortín, sumar a domicilio va a ser igualmente fundamental en este sentido. Y no solo por una cuestión puramente numérica –que también–, sino debido a la igualdad que define a la Segunda División y acerca de la que tanto ha hablado el entrenador babazorro, Luis García Plaza, en todas y cada una de sus comparecencias desde que llegó al Paseo de Cervantes.

Una homogeneidad que ya se ha visto durante la primera jornada, en la que los partidos se han decidido por pequeños detalles, y que seguro le hará al Glorioso perder varios puntos como local a lo largo de la temporada. Sobre todo, en aquellos encuentros en los que los rivales, al menos en su planteamiento inicial, salten al terreno de juego albiazul con una disposición muy conservadora, lo cual suele ser bastante habitual ante candidatos al ascenso, y los albiazules no sepan cómo romper dicho esquema.

Por todo ello, la victoria en Leganés ha sido el punto de partida ideal para el proyecto de regreso del Alavés a Primera División. Tanto para la plantilla, que vio recompensada su labor a lo largo del verano y ahora trabajará esta semana con un plus de motivación de cara al encuentro frente al Mirandés, como para la afición, la cual necesitaba un arranque como el del sábado después de las múltiples decepciones acumuladas a lo largo de la anterior campaña.

Además, muchos alavesistas seguramente ya ni recordaban cuándo fue la última vez que el Glorioso sumó un triunfo lejos de Mendizorroza. Esto, en concreto, ocurrió el 23 de octubre de 2021, jornada en la que, a las órdenes de Javi Calleja, los albiazules asaltaron el Nuevo Mirandilla por medio de dos tantos –uno de ellos de penalti– de Joselu a los que el Cádiz no pudo responder. A partir de ese momento, solo el modesto Unami, en la Copa del Rey, volvería a ser derrotado por la versión visitante del conjunto vitoriano.

Precedentes

Buena muestra de que conseguir el mayor número de puntos posible a domicilio es fundamental para pelear por el ascenso se encuentra en el último ascenso del Alavés. En la temporada 2015-16, los babazorros, con José Bordalás en el banquillo, fueron los mejores forasteros de la categoría gracias a sus diez triunfos, cuatro empates y siete derrotas para un total de 34 puntos. Algo que, junto a su espectacular rendimiento en casa, les permitió llevarse el título de la categoría de plata.