El fútbol se rige por el gol. Si existe un factor que tienen en común los equipos más poderosos de cada categoría y, en especial, el Valladolid, Almería y Girona, los tres últimos equipos que lograron el ascenso a la Primera División, es que las tres escuadras contaron en sus filas con un futbolista capaz de promediar una cifra goleadora alta, de más de 15 goles por temporada.

En una competición tan larga y aguerrida como es la categoría de plata, disponer de un jugador diferencial en el área rival y que sea hábil para transformar con una inapelable efectividad las llegadas que pasen por sus botas es uno de los aspectos que marca la diferencia entre los aspirantes. En este sentido, tras la marcha de Joselu, quien dejó el listón muy alto en el nueve, el Glorioso aún no ha cubierto esa demarcación con un fichaje de campanillas.

Taichi Hara durante un amistoso en la concentración de Benidorm. Área 11

Hasta la fecha, los tres únicos delanteros en nómina del Alavés son Miguel De la Fuente, Taichi Hara y Mamadou Sylla, aunque el futuro más inmediato entre ellos es totalmente opuesto. El vallisoletano es el único ariete que durante la pretemporada ha dejado buenas sensaciones y que, en teoría, puede dar un salto al frente en su segunda temporada en Vitoria.

Sylla y Hara, mientras tanto, se encuentran ante un futuro incierto en Mendizorroza. Tras cumplir con sus respectivas cesiones en el Rayo Vallecano y Sint-Truiden, no tienen garantizado el puesto en la plantilla y figuran en la lista de jugadores susceptibles de abandonar el equipo. El senegalés, fichado por el club babazorro al Girona a cambio de un millón de euros durante el pasado mercado estival y aún con contrato en vigor hasta junio del 2024, es un futbolista con cartel en Segunda División y que ha recibido el interés del Tenerife para reclutarlo. Su intención radicar en resarcirse y ser protagonista tras un último curso complicado en el que apenas tuvo trascendencia entre el Alavés y el Rayo. En Vitoria lo tendrá difícil.

Taichi Hara, un perfil de delantero opuesto a Sylla y Miguel por su imponente físico de 1,92 metros, comenzó la pretemporada junto al resto de sus compañeros pero ya entró en la dinámica del primer equipo al término de la pasada temporada, cuando regresó de su cesión en Bélgica. Allí, en las filas del Sint-Truiden, un club cuya propiedad pertenece a un fondo nipón, la joven referencia ofensiva de 23 años anotó ocho goles y dio tres asistencias en los 25 partidos de temporada regular. Un buen registro goleador para un atacante que, de momento, continúa con su proceso de adaptación a Europa y, especialmente, al fútbol nacional.

Pese a sus notables sensaciones de la pasada temporada, Taichi Hara no ha disputado un solo minuto de los últimos dos amistosos en el stage de Benidorm. A esa falta de oportunidades se le añade, también, el hecho de que el Sint-Truiden ha mostrado una clara predisposición para su vuelta, aunque al nipón le resta todavía un año de contrato con el cuadro babazorro.

UN MERCADO PACIENTE

El gol se paga caro. En un mercado de traspasos en el que los realizadores están altamente cotizados, rubricar la firma de un futbolista diferencial en los últimos metros no es una tarea sencilla. Por ello, la principal premisa a la que se aferra la secretaría técnica no es otra que la paciencia y, de este modo, esperar a una situación de mercado favorable que permita reclutar a la “guinda” en la punta de lanza.

Ahora bien, el Glorioso demostró en su última etapa en la categoría de plata que el ascenso a Primera fue posible sin un goleador nato en las filas albiazules. En aquella temporada, con Bordalás al frente de un equipo caracterizado por su intensidad, la clave del éxito residió principalmente en la fortaleza colectiva. Sin ir más lejos, el máximo artillero del Alavés fue Toquero con nueve dianas, mientras que en esa misma temporada, el pichichi de Segunda se lo llevó Sergio León con 22 tantos, uno más que Florin Andone.

Con todo, a poco más de dos semanas para que comience el curso ante el Leganés, la vanguardia sigue siendo una demarcación cogida con pinzas. Y es que de los tres arietes en nómina del primer equipo, tan solo De la Fuente es quien tiene garantizada su continuidad con la elástica albiazul. En los últimos amistosos Luis García ha mostrado una apuesta clara por su 4-2-3-1, un esquema en el que se le exige un gran despliegue físico a la única referencia en ataque para fijar a los centrales y, después, amenazar al espacio, precisamente una de las virtudes del vallisoletano como se vio ante el Besiktas con el gol de la victoria alavesa.