El Getafe ha crecido a pasos agigantados desde la llegada de Quique Sánchez Flores. El técnico madrileño apostó desde sus inicios por un dique de contención mediante una retaguardia de cinco defensas y un centro del campo donde futbolistas como Arambarri, Maksimovic y los fichajes de invierno Yokuslu o Gonzalo Villar tienen un papel preponderante.
Después, en la faceta ofensiva, el peso recae sobre la dupla formada por Ünal y Mayoral, dos punzantes delanteros que marcan las diferencias en los últimos metros. Este último, además, es uno de los argumentos a los que se aferra el Getafe para lograr la salvación.
El ariete turco, todo un trotamundos del fútbol, se ha asentado en el cuadro azulón a sus 24 años de edad. Acumula ya 11 dianas en el presente curso y es el máximo goleador del Getafe. Además, este es su mejor registro goleador en una temporada en Primera División. Su presencia sobre el tapete es indispensable para el conjunto madrileño, ya que el 45% de los goles azulones llevan su firma. Sin embargo, su periplo en el mundo del fútbol no siempre ha sido así de brillante.
Unal comenzó su andadura en el fútbol como una de las joyas del Bursaspor turco. Fue de tal calibre su irrupción que a los 18 años el Manchester City desembolsó cerca de cuatro millones de euros para hacerse con sus servicios. Sin embargo, las actuaciones del otomano con el conjunto británico tuvieron lugar únicamente en los partidos amistosos. La primera de sus múltiples salidas en préstamo fue, precisamente, hacia la liga belga, donde defendió los intereses del Genk.
En su siguiente aventura viajó a los Países Bajos. En el país de la Naranja Mecánica maduró en el NAC Breda y explotó en el Twente. Su buen hacer en los Tukkers, donde anotó 19 goles en 33 partidos, fue determinante para que el Villarreal pusiera su lupa sobre el ariete turco.
De hecho, el combinado groguet desembolsó 14 millones para hacerse con su fichaje en julio del 2017. Una apuesta en toda regla, pero que no fructificó de acuerdo a lo deseado. Del Villarreal salió cedido al Levante y posteriormente al Valladolid. Nunca consiguió hacerse un hueco en la siempre exigente delantera del submarino amarillo.
No en vano, tres años después de su desembarco en la localidad valenciana, Ünal puso rumbo al Getafe a cambio de nueve millones. Otra nueva oportunidad para poder asentarse en el planeta futbolístico. En su primer año como azulón tan solo vio portería en cuatro ocasiones, pero en esta temporada el ariete turco ha dado un paso al frente.
Con todo, Enes Ünal es un ariete completo, agresivo y que encarna las señas de identidad deseadas por Quique Sánchez Flores. Sus principales virtudes residen, precisamente, en la movilidad, su facilidad para abrirse a banda o en la fortaleza en el juego aéreo. La primera de ellas es un factor al que los zagueros de Mendilibar deberán prestar especial atención ya que, gracias a esa misma vocación, Ünal facilita la tarea a su compañero Mayoral.
Aun y todo, a pesar de que el delantero del Getafe haya batido la portería del Glorioso en dos ocasiones -su cuarta víctima favorita de Primera-, en sus ocho duelos contra el club gasteiztarra el Alavés ha salido victorioso en tres de ellos y ha logrado un empate en otras tres ocasiones.