El Deportivo Alavés intentó dar la sorpresa en el Santiago Bernabéu, pero la lógica acabó imponiéndose a favor del Real Madrid. En concreto, fueron dos golazos, uno de Marco Asensio y otro de Vinicius, los que acabaron con el sueño de la escuadra gasteiztarra, que, tras unos primeros cuarenta y cinco minutos muy serios, vio cómo su sueño de asaltar el fortín blanco se desvaneció debido a un gol de Marco Asensio, otro de Vinicius y un último de Benzema en una segunda parte en la que el talento y la efectividad de los locales se impuso con claridad.

Después de dos encuentros castigado en la grada como consecuencia de su expulsión ante el Barça, José Luis Mendilibar pudo al fin dirigir a sus pupilos a ras de césped y, con el objetivo de destruir el centro del campo merengue, optó por repetir el dibujo que tan bien le funcionó contra el Valencia. Por tanto, el vizcaíno volvió a confiar en el trivote formado por Escalante, Pina y Loum, que ayudaron constantemente a Tenaglia, Miazga, Lejeune y Duarte a defender la meta de Pacheco; las bandas fueron para Jason y Rioja; y Joselu asumió la responsabilidad de ocupar la punta del ataque.

Respecto a la primera mitad, lo cierto es que esta se mantuvo dentro de la narrativa que había planeado el Glorioso. En este sentido, aunque es cierto que los locales arrancaron con entusiasmo, los babazorros se mantuvieron fuertes atrás y no ofrecieron apenas facilidades a los pupilos de Ancelotti, lo que provocó que esa fogosidad inicial se fuera apagando poco a poco hasta que la contienda entró en una fase de poca o nula agresión en ambos lados.

Esto último, como era de esperar, benefició al Alavés, que, ante la falta de profundidad y peligro de los blancos, se mantuvo cómodamente a la espera de una oportunidad para salir al contraataque o recuperar el balón en el campo rival. Algo que sucedió por primera vez de forma clara en el minuto 26, cuando Jason recibió el esférico dentro del área y, pudiendo estrenar el marcador, remató demasiado desviado; y que repitió poco después Rioja, quien, después de una potente carrera, se encontró con las manos de Courtois.

Ya en la segunda parte, porque la primera no dio mucho más de sí, todo fue muy diferente. El Madrid saltó al terreno de juego con varias marchas más y, por ende, obligó a los albiazules a jugar un partido de ida y vuelta en el que sufrieron sobremanera. Tanto que, si no hubiera sido por la intervención de Pacheco y Lejeune, en la línea de gol, en una acción de Vinicius, las esperanzas por puntuar en el Bernabéu se hubieran esfumado mucho antes.

Ahora bien, pese a que el Alavés fue claramente superado en estos segundos cuarenta y cinco minutos, tuvo su ocasión para adelantarse en el electrónico. Concretamente, fue Pere Pons quien, en un error garrafal de Asensio en una cesión atrás, pudo marcar el 0-1, pero, después de vencer al portero belga, definió inexplicablemente al lateral de la red. Un error que, como hacen siempre los equipos grandes, aprovecharon los locales para castigar por medio del propio extremo mallorquín, que batió al pacense con un bonito remate desde el vértice de la frontal.

A partir de ese momento, los de Mendilibar fueron completamente sometidos y ahí arrancó la fiesta de regocijo del Madrid. Primero, a través de una jugada espectacular al primer toque que terminó Vinicius a placer para el 2-0; y, ya en la recta final, mediante un penalti cometido por Lejeune que no falló (3-0) Benzema.